España llegó a un principio de acuerdo  con Reino Unido sobre la situación de Gibraltar por el que se evita un Brexit duro y se mantendrán las fronteras abiertas con el país británico. 

La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya confirmó la noticia el día en que vencían las negociaciones, aunque el principio de acuerdo tendrá que traducirse en un tratado entre Europa y el Reino Unido que se dará en un plazo de seis meses, según ha puesto de plazo la dirigente. Laya emplazó a la UE a una negociación para detallar este asunto. "El resultado práctico es que se derriba la verja", ha anunciado Laya, que ha señalado que "es un objetivo compartido" entre los ciudadanos de Gibraltar y España.

"Lo ponemos en mano de las instituciones comunitarias, que elaboren unas directrices de negociación, es proceda a la negociación y después firma del acuerdo", explicó González Laya. "Nosotros estimamos que podrá pasar en un plazo de seis meses durante los cuales se mantendrá la situación actual".

[El gobierno quiere evitar un Brexit duro que perjudique a Gibraltar]

En rueda de prensa en Moncloa, la ministra precisó que "hasta la entrada en el vigor del acuerdo utilizaremos las modalidades que permite Schengen para flexibilizar los controles". Esto permitirá eliminar las fronteras entre España y Gibraltar, aunque en esta ocasión con matices.

El acuerdo comunitario de Schengen recae ahora sobre nuestro país: "España es la responsable última de la aplicación de Schengen en Gibraltar, la garante de la manera en que se aplique en Gibraltar". Sin embargo, la ministra se ha negado a dar detalles sobre los detalles y los controles que existirán en la frontera con el peñón: "Una serie de modalidades prácticas de las que daré cuenta en su debido momento".

La funcionaria no aclaró de esta forma si los agentes de Frontex seguirán en frontera o no, puesto que "hoy no es el día" pero adelantó que comparecerá en el Congreso para explicar dicho acuerdo. Preguntada sobre la soberanía de Gibraltar, Laya la ha excluido del marco de negociación puesto que "es un punto irrenunciable para España y también lo es para Reino Unido".