Mauricio Macri anunció que la ley de alquileres avanzarÃa en el Congreso, la Cámara de Diputados la aprobó en comisión pero la presión inmobiliaria se hizo sentir y Cambiemos sólo la enviará al Senado si la oposición acepta retocar algunos artÃculos.
El principal es el que prohÃbe cobrar comisiones al inquilino y las restringe a un mes de alquiler y medio cuando se trate de una renovación. Aunque el dictamen aclara que esos lÃmites sólo corren si las provincias no tienen leyes sobre el tema, en el Gobierno cedieron al pedido de los martilleros y dejarÃan la regulación a cargo de cada jurisdicción local.
No es un retoque menor, porque las comisiones rondan el 6% de los contratos con uno o hasta dos meses de depósito y los inquilinos suelen abonar todo junto antes de alojarse.
Las inmobiliarias advirtieron que la regulación será una invitación a subir los precios de los alquileres, que siguen siendo libres, y en la Casa Rosada no cerró la ecuación porque una escalada de valores ocasionarÃa un problema nuevo sin solucionar ningún otro.
Los empresarios tampoco aceptan registrar los contratos en la AFIP, como dice el artÃculo 15 del dictamen, y mucho menos ser laxos con el pedido de garantÃas. El proyecto permite incorporar como tales fianzas o seguros de caución, recibos de sueldos y avales bancarios.
El Gobierno ahora necesita convencer a la oposición par que la ley pueda ser aprobada con estos cambios en las pocas sesiones que habrá este mes, tal vez una sola antes de cerrar el perÃodo ordinario.
Emilio Monzó ya avisó que en diciembre no imagina sesiones extraordinarias como el año pasado, cuando estalló el recinto por el debate de la reforma previsional.
