La UCR exige lugares en el Gabinete para Ernesto Sanz y Martín Lousteau y espera una respuesta favorable de Mauricio Macri, que esta noche los esperaba para una nueva y última reunión en la quinta de Olivos.
Sanz arribó temprano junto a los gobernadores Alfredo Cornejo y Gerardo Morales y los jefes parlamentarios Luis Naidenoff, Ángel Rozas y Mario Negri. Recibieron una propuesta y se fueron a discutirla en privado, mientras el presidente miraba el partido de Boca y Vélez.
El mendocino tendría un lugar asegurado en el Gabinete, pero no está dispuesto a recaer en Defensa o Seguridad, como le habrían ofrecido. Quiere Interior, la llave para negociar con los gobernadores, cerrar el presupuesto y garantizar la paz social para el último año de Mauricio Macri.
Temprano, Alfonso Prat Gay, de gira por comités radicales hace un año, fue promovido para la Cancillería en lugar de Jorge Faurie, un empleado de carrera que se ganó el cargo por organizar el acto de asunción de Macri.
Sanz quiere a Lousteau en el Ministerio de Educación, cuyo mayor son las 57 universidades que están en conflicto por el ajuste. En la mayoría pesa fuerte Franja Morada, la agrupación estudiantil que tiene mucha empatía con el diputado y suele organizarle conferencias en las facultades.
Para aceptar, Macri debería romper filas con Rogelio Frigerio o crearle una cartera nueva. Alejandro Finocchiaro no quiere irse, pero no tiene tanta espalda para resistir. Faurie no es un problema. Los cambios de Gabinete recién se definirán en un par de semanas, si es posible, con las cuentas en calma.
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Pero hay una salida, Macri. Es la puerta de Balcarce 50, aunque, si querés, podés elegir la de la escalinata que da por Rivadavia. Salí ahora, de noche, silbando bajito. Porque si es de día, vas a tener que borrarte como Kerensky, disfrazado de mujer.
Ya es demasiado. El peronismo gana porque los radicales son completamente incapaces para gestionar un quiosco...