
Si hay un tema candente en la agenda nacional, es el destino que se dará al Sistema de Navegación Troncal cuya concesión a la empresa HidrovÃa S.A. vence el 30 de abril próximo pero que se remonta a 1995, cuando el gobierno de Carlos Menem privatizó la administración del mantenimiento de la red fluvial por donde sale el 80 por ciento de las exportaciones argentinas y gracias a la tecnologÃa de empresas extranjeras de dragado, se pudo darle la profundidad necesaria para que la transiten buques de gran calado.
A la par de la revolución tecnológica agrÃcola, la HidrovÃa Paraná-Paraguay se convirtió en una de las autopistas fluviales más importantes del mundo y fuente primordial de ingreso de divisas.
El complejo agroexportador teme que el Gobierno estatice la HidrovÃa
A partir de la segunda mitad de la década de los '90, las costas del cordón industrial del Gran Rosario se comenzaron a poblar de puertos privados, plantas de crushing y destilación de granos de soja para una Argentina que solo habÃa escuchado hablar de ese cultivo a través de las traducciones latinas de series norteamericanas como salsa de soya.
De la producción extensiva a la intensiva, de la siembra tradicional a la directa, de la zona núcleo al expansionismo de las fronteras agrÃcola, fueron las reformas que impulsó Menem -asesorado por su entonces secretario de Agricultura, Felipe Solá- y que modificó la matriz productiva del paÃs que abandonaba, definitivamente, las polÃticas económicas de sustitución de importaciones.
En consecuencia, Argentina duplicó, en tres décadas, la superficie productiva y triplicó los embarques. De 40 millones de toneladas de granos, se pasó a producir 130, señaló a LPO Juan Carlos Venesia, director del Instituto de Desarrollo Regional de Rosario que se especializa en estudios estratégicos de desarrollo e infraestructura.
Pero además de tener los granos, harinas, aceites y glicerinas, el paÃs necesitaba una ruta para poder exportarlos. En la letra chica del Pacto de Olivos, se acordó el desarrollo de la HidrovÃa con capitales privados ganando la licitación a la sociedad conformada entre EMEPA S.A. y Jan de Nul.
A diez meses del vencimiento de la concesión, la HidrovÃa que hoy es objeto de puja polÃtica y debate social, en los '90 era apenas una apuesta a futuro. El crecimiento fue tal que hasta el año 1995, la profundidad media de las vÃas navegables del Paraná desde Puerto General San MartÃn al Atlántico, pasó de 22 pies a 34 en 2006, lo cual permitió el paso de buques de gran porte.
A su vez, Carlos Menem fue el último presidente en beneficiar a Rosario con una obra de importancia regional. El puente que cruza el rÃo Paraná y une a Rosario con la localidad entrerriana de Victoria, tomó impulso durante su segundo gobierno, luego de dormir durante décadas en los despachos oficiales. Junto al impulso que le dio a la conformación del Mercosur, esta nueva vÃa significó una ruta directa de la zona núcleo con el sur brasileño.
Pero para Rosario, fue la última gran inversión en infraestructura que hizo un gobierno central en la región. A partir de allÃ, es difÃcil encontrar obras de envergadura financiada por el Estado Nacional para el Gran Rosario.
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Espero que ahora que se vencen las concesiones, el estado tome el control.
Fely , el mas inutil de todos
El mas lamebiotas de todos
Yosota, vagooctavo, etc perdieron el rumbo
La privatizacion fur muy buiena y la autopista la hizo De La Rua y Macri
PD: bien el chupapija del gobierno de turno fidanza.... hay que mantener lpo
Las exportaciones son sin control, solo x declaración jurada, lo q facilita el contrabando.
No invirtieron nada d nada.
Y si este año se renueva este contrato, sale beneficiado el puerto d montevideo, allá hubo inversión, acá no.
Googlean el caso d la hidrovia, es un tema muy importante.
A no dejarse desinformar como esta nota .