El Banco de Santa Fe pertenece al Grupo Petersen del empresario Enrique Eskenazi y es el agente financiero de la provincia. El último contrato se lo adjudicó el socialista Miguel Lifschitz en 2019 y vence en noviembre.

Según fuentes al tanto de las negociaciones que hablaron con LPO, el gobernador Pullaro se encamina a renovarle el negocio a Eskenazi, pero le reclamará que haya líneas de crédito para el sector productivo.

"El Gobierno provincial apuesta todo a la producción. En este sentido, el Ministerio de Desarrollo Productivo busca que las entidades financieras otorguen más préstamos destinados a la producción. Es una prioridad de la provincia que haya más herramientas financieras para el sector productivo", dijeron fuentes del Ministerio de Producción a cargo de Gustavo Puccini.

Para ello, Pullaro les subió los Ingresos Brutos a los bancos del 7 al 9% pero al mismo tiempo "se les permite deducir de la base imponible los intereses por préstamos a Pymes del programa que cree el Ministerio de Desarrollo de Productivo o por préstamo a Municipios y a la Provincia", dijeron desde la cartera de Economía provincial.

En otras palabras, se les aumentó la alícuota a los bancos, pero al mismo tiempo se da la posibilidad de reducir parcialmente la carga tributaria mediante los incentivos que tengan para prestar más a Pymes y Municipios.

 Si bien en la Ley Tributaria hubo un aumento de los Ingresos Brutos, todos los bancos, y el agente financiero de la provincia es una entidad más, tienen la posibilidad de deducir en caso de que adhieran a los programas de estímulo del Ministerio de Desarrollo Productivo

Si bien en la Ley Tributaria hubo un aumento de los Ingresos Brutos, todos los bancos, y el agente financiero de la provincia es una entidad más, tienen la posibilidad de deducir en caso de que adhieran a los programas de estímulo del Ministerio de Desarrollo Productivo, explicaron.

El gobernador Maximiliano Pullaro junto a su ministro de Producción, Gustavo Puccini

Históricamente, la provincia acudía al banco para que la auxilie y le brinde asistencia financiera. Hoy, el enfoque es totalmente distinto y se busca que los bancos, las mutuales, las bolsas de comercio apuesten mucho más a la producción y financien proyectos productivos nuevos en las diferentes regiones de nuestra provincia, sostuvo Pablo Olivares, ministro de Economía de Pullaro.

El Nuevo Banco de Santa Fe S.A. fue el resultado del escandaloso proceso de privatización de la banca pública provincial que comenzó en 1991 y se terminó concretando seis años después, durante el gobierno de Jorge Obeid, con la venta a un holding internacional que tuvo como cara visible a los hermanos Carlos y José Rohm quienes acumularon causas por fraudes, lavado de activos y evasión en Argentina y Uruguay.

Tras la escandalosa salida de los Rohm (Carlos cayó preso cuando se estaba yendo del país y José logró fugarse), en una segunda privatización se hizo cargo el Grupo Petersen. Desde entonces fue el agente financiero de la provincia.

De hecho, cuando el ex gobernador Perotti lanzó Billetera Santa Fe, desde la oposición pusieron bajo la lupa el contrato con el Banco y denunciaron que el programa estatal de reintegros a compras en verdad buscaba instalar la billetera digital de la entidad privada. El ex mandatario peronista estuvo al frente de la privatización en los 90.