La reunión de Ebrard y Jacobson reveló la preocupación en Washington por la llegada cada vez más frecuente de las vacunas de China y Rusa. La respuesta de AMLO. |
Una delegación de alto nivel de la Casa Blanca estuvo en la Ciudad de México esta semana para hablar de temas de la migración centroamericana de Estados Unidos. La visita fue breve pero concreta, aunque en el camino, Juan González, director para América Latina del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, mostró la preocupación de su gobierno por la creciente presencia de China y Rusia en la región. No es un tema relacionado con la inmigración, sino con las vacunas contra la Covid-19, donde las tres superpotencias están nuevamente luchando por conquistar el mayor número de mentes posible, e influir en decisiones polÃticas.
González le dio una entrevista a la Milenio Televisión, y dijo que el gobierno mexicano debÃa de ser cauto con las vacunas que está recibiendo de Rusia y China, porque a veces, observó, entregan "con condiciones" y a cambio de "intereses polÃticos", como parte de un cálculo geopolÃtico con intereses especÃficos detrás. No es la primera vez que levantan las cejas en Washington y presionan a México para que cierre sus puertas a chinos y rusos.
Tres megaproyectos del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto. Un tren bala que conectarÃa a la Ciudad de México con la región del paÃs donde se ubican empresas de punta en tecnologÃa, fue cancelado por sus presiones. Antes, un desarrollo comercial en Cancún, para toda la Rivera Maya, cerró antes de abrir. Y otro al norte de Los Cabos en Baja California Sur, que era cientÃfico, económico y cultural, no prosperó por las mismas razones.
El presidente Peña Nieto optó por no enemistarse con Estados Unidos, de cuya economÃa depende el aparato productivo mexicano, y cancelar sus planes con los chinos. Ahora, sin embargo, la situación es distinta, porque las condiciones son diferentes. México se ha abierto a las vacunas anti-Covid rusas y chinas, como varios paÃses de América Latina lo han hecho, sin detenerse por consideraciones estratégicas.
No son proyectos económicos o de desarrollo, sino de la vida de la gente. La respuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador a González no se hizo esperar. Cuando se trata de conseguir vacunas contra la covid, dijo, es necesario relacionarse con todos los paÃses. Traducción: Estados Unidos puede decir lo que quiera, porque México seguirá acudiendo a rusos y chinos por vacunas.
La posición de México es la de un número creciente de paÃses latinoamericanos, que han volteado a ellos en lugar de buscar vacunas en los grandes laboratorios occidentales, por las facilidades que les han dado y la rapidez con las que les han suministrado las dosis. En una región donde el número de contagios y muertes por el coronavirus ha tenido un costo tan alto, los gobiernos han acudido no a donde puedan, sino donde les ayuden a solucionar más rápido el problema de salud que enfrentan.
La pandemia del coronavirus le ha dado la gran oportunidad a Rusia y China de expandirse en toda la región de una manera rápida y sin obstáculos, en condiciones que nunca tuvieron desde que iniciaron su estrategia de expansión e influencia a finales de los 90's, provocando que la lucha geopolÃtica con esas dos naciones, haya sido un tema de interés estratégico en Estados Unidos desde hace varios años.
En 2015, por ejemplo, el general John Kelly, en ese entonces comandante del Comando del Sur, responsable de las operaciones militares para Centro y Sudamérica, dijo que desde 2008 Rusia ha buscado incrementar su presencia en la región mediante la propaganda, armas, ventas de equipo y comercio, como parte de una estrategia para minar el liderazgo de Estados Unidos y desafiar su influencia en América Latina. Con sus vacunas, Rusia ha consolidado su relación con Cuba, Venezuela y Nicaragua, y reforzado sus vÃnculos con México, Brasil, Argentina y Colombia.
China, que se metió de lleno en la región tras la crisis financiera global de 2008-2009 para ayudar financieramente a varios paÃses latinoamericanos, lanzó su iniciativa la Franja y la Ruta (Belt and Road Initiative), que es un programa a largo plazo de inversión y polÃticas, que busca crear infraestructura y promover de forma expedita una integración económica. Panamá fue el primer paÃs latinoamericano en sumarse a la iniciativa en 2017, y desde entonces, otras 17 naciones se han adherido. PolÃticamente le ha dado resultados. En los últimos cuatro años, Panamá, El Salvador y la República Dominicana, desconocieron a Taiwán y reconocieron a China, que desarrolló una campaña polÃtica y diplomática en la región para cambiar la percepción negativa de que ahà nació el coronavirus, y colocar su vacuna como un salvavidas.
"Estados Unidos deberÃa escuchar más al Mercosur", advierten en la reunión de cancilleres
De forma acelerada, los dos paÃses han ampliado sus relaciones en América Latina, lo que no pasó desapercibido en Washington. En septiembre del año pasado, el teniente general de la Fuerza Aérea, Michael Plehn, ex subcomandante del Comando Sur, dijo en la conferencia anual de Defensa, que los acuerdos polÃticos opacos de Rusia y China en América Latina amenazaban con desestabilizar la región si no estaban alerta los paÃses, al ser potencias que no comparten los mismos valores de las democracias occidentales ni apuestan por los mismos principios.
El viejo pleito de la Guerra FrÃa, se ha reinventado, aunque los incentivos de los latinoamericanos son muy superiores hoy a los que fueron antes. La salud y la vida de millones están en la balanza polÃtica, la vacunación en la prioridad estratégica de los gobiernos para consolidarse y preservarse. La rapidez con la que actuaron rusos y chinos para suministrar dosis de sus vacunas, rompieron la barrera de que sólo habÃa alcanzo objetivos importantes en regÃmenes autoritarios. Las necesidades de la pandemia llevaron a otros gobiernos con mayor vocación democrática, a pedir su ayuda.
Al menos 10 paÃses latinoamericanos han recibido las vacunas rusas Sputnik V, y otro tanto las chinas Sinovac y Sinopharm. Naciones como México, cuyo portafolio de vacunas original sólo contemplaba dos occidentales y una china, voltearon rápidamente a Rusia y ampliaron sus compras a China, cuando Pfizer y AstraZeneca, sus principales apuestas, tuvieron problemas de abasto y dejaron de suministrar las dosis prometidas en los tiempos pactados. Junto con México, las otras grandes economÃas latinoamericanas, Brasil, Argentina y Chile, vieron en las vacunas rusas y chinas la gran alternativa en sus planes de inmunización, cuyo ritmo, objetivamente hablando, no podrÃa haberse logrado de haber circunscrito a las vacunas de los grandes laboratorios occidentales como la principal opción.
Al gobierno de Estados Unidos no le gusta lo que está sucediendo en América Latina, pero sus márgenes de presión son estrechos. Mientras Rusia y China sigan cumpliendo sus suministros, su presencia crecerá ante la frustración y alarma en Washington, que en la geopolÃtica de las vacunas anti-Covid, va perdiendo terreno.
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- 129/03/2112:15Que hermosa poesía, siempre será así, siempre la voracidad de la adquisición de recursos es el eje de todo balanceo político.