Después de largos días de reproches cruzados a través de los medios, Sergio Berni aceptó la invitación de Aníbal Fernández para participar de la reunión del Comando Unificado del Conurbano (CUC), el dispositivo que gestiona la distribución de gendarmes en los puntos más calientes del Gran Buenos Aires.

La reunión supone una tregua en medio de fuertes críticas públicas por el envío de efectivos federales al Conurbano, un dispositivo que Aníbal coordinaba directamente con los intendentes prescindiendo del ministro de Kicillof.

Según trascendió Berni y Aníbal cruzaron llamados en las últimas horas y eso descomprimió la tensión que arrastra varios meses, pero que había recrudecido tras el asesinato en La Matanza de Daniel Barrientos, un chofer de la línea 620 que estaba a pocos días de jubilarse.

En las fotos se puede ver a Aníbal acompañado por la secretaria de Seguridad, Mercedes La Gioiosa en el extremo de una mesa. A un lado la jefatura de Gendarmería y del otro lado a Berni. Sobre el fondo asoman los secretarios de seguridad de los municipios.

De la reunión del CUC participaron los secretarios de seguridad de los municipios que conforman el llamado el Comando 2 y el Comando 5. El primer grupo está integrado por: Tigre, San Fernando, San Isidro, Vicente López, San Martín, Tres de Febrero, Morón, Ituzaingó, Hurlingham, Merlo, Moreno, San Miguel, José C. Paz y Malvinas Argentinas. El segundo por La Plata, Berisso, Ensenada, Berazategui, Florencio Varela, Presidente Perón, San Vicente y Cañuelas.

Aníbal dijo que Kicillof es "un profundo desconocedor" de lo que pasa en la Provincia

Desde el ministerio afirmaron a LPO que se acordó continuar con las reuniones para coordinar el trabajo de las fuerzas federales con los municipios y la provincia.

Se definió también que el Comando Unificado del Conurbano esté vinculado con el 911 de la provincia de Buenos Aires y propuso elaborar un mapa de calor con las zonas más conflictivas.

La negociación por el envío de gendarmes al Conurbano comenzó días antes de que Cristina Kirchner reclamara en La Plata el regreso del Plan Centinela, un programa de su último gobierno como presidenta en el que se desplegaron efectivos federales en los puntos más calientes del Gran Buenos Aires.

Aníbal coordinó el envío con los intendentes salteándose a Berni y Axel Kicillof. Se sabe que la tensión tanto del ministro de Seguridad de la Nación como de los alcaldes con Berni es de larga data.

Desde Nación afirmaron que jamás recibieron por parte del gobierno de Kicillof un pedido por el envío de gendarmes. Desde la provincia comenzaron a increpar a Aníbal cuando entendieron que la negociación con los municipios avanzaba prescindiendo del gobierno bonaerense.

A fines de marzo, Kicillof salió a cuestionar en público a Aníbal por no coordinar el despliegue de gendarmes con la provincia. "Siempre solicitamos el envío de 6.000 gendarmes. Hubo muchas conversaciones, incluso con el Presidente, pero todavía no mandaron ninguno", dijo.

Días antes, el gobierno nacional había brindado detalles sobre las reuniones que se hicieron con los secretarios de Seguridad de los municipios. Allí se acordó la construcción de cinco bases de "respuesta rápida" en Avellaneda, Tigre, La Matanza, Pilar y La Plata.

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Días después, el asesinato en La Matanza del chofer Daniel Barrientos y la golpiza que recibió Berni cuando quiso acercarse a una protesta de choferes compañeros de Barrientos amplificó las diferencias.

El gobierno de Kicillof repartió culpas. Puso en dudas que el asesinato haya sido un episodio de inseguridad, dijo que la protesta había sido digitada por Patricia Bullrich, dijo que los intendentes eran responsables por no sumar policías y cargó contra Aníbal por no enviar gendarmes.

El ministro de Seguridad de la Nación dijo que Kicillof es "un profundo desconocedor" de lo que sucede en la provincia de Buenos Aires, donde gobierna desde diciembre de 2019. Eso hizo reaccionar a Carlos Bianco quien lo desafió a que se presente en la interna del Frente de Todos como candidato a gobernador de Alberto.