La venta de figuritas del mundial se volvió una cuestión de Estado y el Gobierno intermedió entre los kiosqueros y la empresa Panini, que distribuye los cromos más anhelados del momento.

Conseguir las figuritas de la Copa del Mundo se volvió una auténtica odisea para padres y madres. Históricamente los kioskos tenían acuerdos con Panini para venderlos, pero para  el mundial de Qatar, la empresa decidió sumó además a supermercados y estaciones de servicio. Esos comercios consiguen las figuritas a un menor precio y además reciben mayor cantidad.

"Las figuritas no se consiguen, o demoran entre una y dos semanas en conseguirse. La empresa Panini no entrega los productos a Kiosqueros de Argentina", denunciaron desde la cámara de kiosqueros (UKRA).

Una de las principales quejas es que la empresa New Rita, que comercializa los cromos de Panini, aprovechó la fiebre mundialista para cerrar lucrativos acuerdos con puntos de distribución no habituales y dejó a los kiosqueros afuera del negocio. Además protestan porque compran las figuritas a 120 pesos y las venden a 150, lo que les deja un margen escaso.

Los kiosqueros aseguran que reciben tan solo entre 30 y 50 paquetes semanales, un número bajo para la demanda que generó la colección del mundial.

La desesperación de padres y niños dio lugar a insólitas especulaciones y toda clase de "hacks" para hacerse de stock. Por Mercado Libre las figuritas se cotizan a precios exorbitantes, incluso pueden llegar a valer el doble en puntos de venta oficial.

Los carteles de "No tengo figuritas" se multiplican en los kioscos y LPO conoció casos de padres que directamente optaron por imprimir los cromos de manera ilegal.

"Desde la Secretaría de Comercio abrimos un canal de diálogo entre la UKRA y Panini, poniendo a disposición nuestros equipos legales y técnicos para colaborar en la búsqueda de posibles soluciones", dijeron desde la Secretaría de Comercio.