Gerardo Zamora lidera la ofensiva de los gobernadores contra la Corte. El gobernador de Santiago del Estero pasó por arriba de Alberto Fernández y realizó una presentación ante la Justicia por la Coparticipación.

El malhumor de los gobernadores con Alberto es notorio, pero por ahora no es público. La frase de "amague y recule" que Cristina pronunció el martes sintetiza el malhumor que existe en el peronismo con el Presidente.

Tras conocer el fallo de la Corte que subía a 2,95% el porcentaje de Coparticipación que recibe la Ciudad, los gobernadores volaron a Buenos Aires. Allí se enteraron de que Alberto quería cumplir con el fallo.

Alberto lo hizo de nuevo

Los gobernadores estuvieron tres horas en el despacho de Wado de Pedro atrincherados intentando convencer al Presidente de que desobedezca el fallo. En esas tres horas hubo emisarios yendo y viniendo del despacho de Alberto hasta que finalmente aceptó la posición de los mandatarios peronistas.

Por eso hubo foto con el Presidente y un comunicado firmado por los 14 mandatarios presentes que buscó marcarle la cancha a la Corte. Volvieron a sus provincias con la certeza de que Alberto haría lo posible por no girar el dinero a la Ciudad.

Antes del comunicado, los gobernadores estuvieron tres horas atrincherados en el despacho de Wado de Pedro renuentes a juntarse con Alberto que rechazaba desconocer el fallo de la Corte Suprema.

Más allá de que en su fallo los ministros de la Corte sostengan que los 180 mil millones que recibirá la Capital no salen de los fondos coparticipables que se reparten entre las provincias, la interpretación de los gobernadores es completamente distinta.

En tiempos de recursos escasos, la bolsa que corresponde a Nación termina en obras provinciales, como el acueducto Simbolar-Añatuya que Alberto inauguró junto a Zamora en Santiago del Estero este martes.

Por eso la bronca trepó hasta el cielo este lunes cuando el Presidente anunció desde su cuenta de Twitter que pagaría el fallo con bonos. Más allá de que la solución no implique un giro inmediato de fondos, el acuerdo con los gobernadores era no desembolsar ni un centavo.

Esa especie de "animémonos y andá vos solo" contra la Corte, que los gobernadores le propusieron a Alberto no convenció demasiado al Presidente, que tras reflexionar en la mesa navideña terminó por encontrar una solución que dejó disconformes tanto a los gobernadores como a Horacio Rodríguez Larreta. Y posiblemente tampoco sea aceptada por la Corte. El Presidente quedó en una posición neblinosa: ofrece cumplir, pero demuestra que no tiene demasiadas ganas.

Ante esa posición, Zamora fue el primero y el más claro en transparentar el enojo de lo gobernadores y lo hizo con Alberto a su lado, que acaso viajó a Santiago del Estero, en un intento por contenerlo.

"Si tengo que ir preso por defender al federalismo y a Santiago del Estero aquí estoy", dijo antes de comparar su situación con la de Pepín Rodríguez Simón, prófugo en Uruguay desde más de un año.

Si tengo que ir preso por defender al federalismo y a Santiago del Estero aquí estoy.

Zamora es un "primus inter pares" de los gobernadores y tiene ascendencia entre sus colegas. Es por eso que tras su cambio de estrategia, Alberto viajó a Santiago para contener al mandatario.

Es que detrás de Zamora están encolumnados todos los gobernadores, quienes eligen al santiagueño como emisario cuando hay discusiones con la Casa Rosada por cuestiones de obra pública o recursos. De hecho, su tweet fue replicado por Raúl Jalil y Axel Kicillof.

Para intentar contener la furia de la provincias, el albertismo mandó a filtrar que el Presidente busca armar una mesa política con los gobernadores que no incluye a Cristina ni a Sergio Massa. La idea no habría generado demasiado entusiasmo en el interior.

La bronca excede el "recule": hay quienes sostienen que antes del fallo de la Corte, el Presidente recibió al menos cinco posibles soluciones para el conflicto con la Ciudad. La procrastinación habría podido más y por eso los expedientes nunca fueron analizados.