Alberto Fernández fue a cumplir con su deber ciudadano, pero no pudo ocultar el fastidio que tenía. El presidente estaba enojado porque le pidieron que no vaya al búnker de Sergio Massa y se la agarró con los periodistas que cubrían su votación.  

Fuentes de la campaña peronista contaron a LPO que Alberto está molesto porque le pidieron que no aparezca en el comando de Massa. Tampoco irá Cristina Kirchner, que se quedará en Río Gallegos en un movimiento acordado con Massa, con quien cenó en la semana.

"Es poco lo que se puede decir", se atajó Alberto apenas salió de votar de la sede de la UCA en Puerto Madero. 

Si ya tenía mal humor, la primera pregunta que le hicieron lo terminó de desacomodar. Una periodista le consultó sobre el balance de su gestión y sobre hace alguna autocrítica.

"De eso no voy a hablar porque estamos en veda, si querés el lunes te cuento todo lo que quieras", la interrumpió.

La periodista le preguntó entonces qué piensa hacer después del 10 de diciembre. "Como ciudadano, soy un ciudadano", aclaró Alberto. "¿Pero se retira totalmente de la política?", redobló la cronista. "Eso no importa. ¿Otra pregunta?", se molestó Alberto.

Mientras le preguntaban fuera de micrófono sobre la situación a partir de mañana, Alberto pegó un grito: "Por lo pronto no me preguntes porque estás generando movimientos", dijo mientras señalaba con el dedo.

"Ahora no es eso de lo que puedo hablar, ¿entendés que estoy en veda? Estamos en veda no puedo hacer evaluaciones de ese tipo", dijo luego ante otro pregunta. "No puedo hablar más, está bien contestáselo el lunes", se fastidió antes de irse después de apenas un par de minutos.