La Cámara Paraguaya de Supermercados (Capasu) fue una de las tantas organizaciones que expresó su preocupación después de que Honor Colorado y sus aliados expulsaran a Kattya González del Congreso. Desde los medios del cartismo salieron a neutralizar la crÃtica del gremio de supermercadistas y lo acusaron de incentivar al contrabando.
Como adelantó LPO, la reacción contra la maniobra del oficialismo en el Senado incomodó a Santiago Peña, pero el descargo vino de parte de uno de los medios del Grupo Cartes. "Para que el sector privado y la economÃa funcionen es fundamental que haya estabilidad polÃtica. Y para ello, la clase polÃtica debe dejar de lado el circo y enfocarse en lo importante: el bienestar de toda la ciudadanÃa", rezaba el comunicado de Capasu, en sintonÃa con otros gremios que también se manifestaron durante el fin de semana.
La posición de los supermercadistas fue la de dotar de mayor seguridad jurÃdica a todo el andamiaje estatal para que lleguen inversiones y el desarrollo de los negocios consiga fluidez. "Un golpe a estas bases hace tambalear todo el edificio y evoca épocas de autoritarismo que todos queremos dejar atrás", expresaron los supermercadistas.
La semana pasada. la exsenadora de Encuentro Nacional fue sacada de su curul tras un acuerdo entre cartistas y sus aliados del PLRA e independientes. Por mayorÃa simple, Kattya fue expulsada, pese a que en diciembre los mismos senadores habÃan modificado el reglamento interno que establece normas para la pérdida de investidura.
En realidad, partir de 30 votos recién está habilitada la pérdida y todo el proceso de enjuiciamiento polÃtico requiere de siete dÃas de plazo para que el o la afectada pueda preparar su defensa. Las formas no fueron cuidadas y por eso las organizaciones civiles, partidos polÃticos y gremios empresariales hablan de un quiebre institucional. A Kattya ni siquiera le pusieron un abogado para enfrentar el juicio polÃtico.
Cinthia Mora, editora jefa del diario Hoy de la familia Cartes desafió a los supermercadistas en X e ironizó sobre "sus asociados que ofertan en sus góndolas productos de contrabando" y pidió controles para que "dejen de inflar los precios perjudicando enormemente a productores y consumidores".
La reacción de la referente de opinión, más allá de la precisión o no que tenga su crÃtica, aparece en una coyuntura en la que el grupo Azeta está tomando el liderazgo del mundo retail, espacio siempre acaparado por el Grupo Vierci y donde el cartismo dejó de tener influencia en gran medida.
"Miremos primero la casa antes de hablar de moral y buenas costumbres", cerró su tuit Mora. La compra del 50% de las acciones de la cadena Biggie por el Grupo Azeta fue concretada a finales de enero de una manera sorpresiva, en un momento en el que otras operaciones económicas importantes también fueron comunicadas, como la fusión de los bancos Ueno y Visión. La rivalidad entre el Grupo Azeta con el Grupo Cartes se viene extendiendo desde hace años, trasladándose de lo mediático a otros espacios.
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Con la compra de la mayor parte de las acciones por Azeta, Capasu también comenzó a recibir más influencia de la familia Zuccolillo. Actualmente uno de los dueños y gerente de Biggie, JoaquÃn González, es el titular de Capasu, dejando una parte menor de la directiva de la empresa a Giuliano Caligaris, una figura muy activa de cartismo empresarial, con quien fundaron el proyecto comercial.
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