El líder La Cámpora, Andrés Larroque, tuvo que negar hoy que la organización que integra haya dejado solo a Juan Cabandié, ante las crecientes dudas por el largo silencio de casi una semana que hicieron en torno al episodio. 


Larroque, que como reveló LPO en más de una ocasión libra hace años una sorda batalla con Cabandié por el control del kirchnerismo porteño, dijo hoy que el legislador "es un hermano" y dramatizó: "Cuando lo atacan a Juan, prefiero que me ataquen a mí. Yo sufro más cuando los atacan a Juan o a Mariano (Recalde)".

Luego, el diputado nacional volvió a instalar públicamente un argumento polémico, que intenta diluir la responsabilidad de Cabandié en el escándalo: Abonó la teoría de una "conspiración", sólo que esta vez el blanco no fue la Gendarmería o el secretario de Seguridad, Sergio Berni, sino el grupo Clarín.

"Toda esta situación es muy canalla, es el modus operandi de estas corporaciones. Toda esto es una operación de Clarín contra Juan Cabandié y La Cámpora", afirmó en diálogo con radio Del Plata.

"Detrás de esto hay una operación política, ya que esto sucedió hace meses, apareció el gendarme (Raúl) Maza que se hizo cargo de la operación y detrás de esto está el grupo Clarín", agregó y dijo que el objetivo es "destruir al kichnerismo, al Gobierno, la lealtad al pueblo y a la Cámpora que es muy simbólica". Todo eso con un video que muestra a un legislador porteño tratando de zafar de una multa de tránsito.

Larroque prefirió no opinar sobre el hecho en sí, en el que Cabandié agrede a la agente de tránsito -la calificó de "boluda"-, apela a su condición de diputado y hasta invoca ser "hijo de desaparecidos" y en tono combativo agrega: "Yo me banque la Dictadura, porque tengo huevos".

"No", respondió Larroque al ser consultado si La Cámpora le había retirado su apoyo a Cabandié luego del escándalo por la filmación, pero reconoció indirectamente el problema interno que causó el episodio: "Estas operaciones buscan generar divisiones entre los espacios políticos".

De hecho, encuestas publicadas hoy ya empiezan a marcar el efecto negativo del incidente sobre la campaña porteña, que de agravarse podría dejar a Daniel Filmus afuera del Senado.

Un poco contradictorio, Larroque señaló que este tema "no puede ser este tema el eje del debate de una campaña electoral", mientras se explayaba sobre el mismo.

Una defensa curiosa ya que Larroque vuelve a instalar el tema, cuando hace días que desde Gobierno intentan dejar la polémica atrás. De hecho, el propio jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, el gobernador Daniel Scioli y hasta el propio Martín Insaurralde habían pedido cerrar el episodio.

Además, los dichos de Larroque marcan una diferencia con el propio Cabandié, que en vez de culpar directamente a Clarín, había acusado a Gendarmería por la filmación y difusión del video. Y surgen luego de un sugestivo silencio de La Cámpora por el caso Cabandié.

Larroque empujó especialmente el paso de Cabandié al Congreso Nacional, para quedarse con el control del bloque kirchnerista en la Legislatura porteña. El Cuervo cuestiona al actual jefe del bloque de legisladores kirchneristas por su relación muy fluida con el PRO. “Cabandié opera para Macri”, suele quejarse.

Ayer, los diputados porteños parecieron darle la razón: El vicepresidente de la Legislatura, Cristian Ritondo, hizo caer la sesión para evitar una sanción a Cabandié o al menos cortar la posibilidad de reclamos públicos.