El Sindicato de Conductores de Trenes "La Fraternidad" ratificó hoy que no adherirá al paro general nacional del martes próximo, convocado por la CGT Azopardo y la CTA que responde a Pablo Micheli, y sostuvo que la disyuntiva es "diálogo y consenso o confrontación y ruptura".
"Con diálogo y consenso se profundiza el modelo, en tanto la ruptura y confrontación colabora, alimenta y conduce a la restauración conservadora", indicó el titular del gremio, Omar Maturano, quien además aseguró en un comunicado que el martes los servicios de trenes serán "normales".
Tras afirmar que La Fraternidad está encolumnada en la CGT que encabeza de Antonio Caló, destacó que su gremio "participa de forma activa en todas las gestiones que se realizan por los reclamos del movimiento obrero, por lo que no adhiere al paro convocado para el martes".
El gremio que nuclea a los conductores de locomotoras agregó que "la excepción del pago del impuesto a las ganancias en el próximo medio aguinaldo, es un claro ejemplo de la labor realizada por la CGT y un elevado indicador positivo".
"Es claro el compromiso público asumido por el Gobierno para modificar el sistema impositivo, que alcanza injustamente a un número cada vez mayor de trabajadores, consecuencia relacionada con la recuperación de los salarios negociados en las paritarias", puntualizó Maturano en el documento de prensa difundido hoy.
Destacó que "es curioso observar que junto a las reivindicaciones históricas, otros sectores sociales –muchos con intereses antagónicos a los trabajadores organizados– intentan construir un escenario político desalentador, que no oculta ni disimula el vacío de propuestas y en el que se mezclan conocidos factores espúreos que tienen como único objetivo la desestabilización".
El gremialista se pronunció por la necesidad de modificar "la legislación regresiva", y ratificó que La Fraternidad continuará bregando con vocación dialoguista para que sus intereses y derechos tengan plena vigencia, "lo que únicamente será posible con la profundización del actual modelo" social y económico.
"Hace apenas unos años los argentinos luchaban contra la desocupación para recomponer el sistema productivo, profundamente dañado por el neoliberalismo a límites vergonzantes. Hoy luchan por los altos tributos que afligen a los salarios en una economía en crecimiento, en el marco de una crisis mundial", argumentó.
Por último, Maturano sostuvo que "con diálogo y consenso se profundiza el modelo, en tanto la ruptura y confrontación colabora, alimenta y conduce a la restauración conservadora".