La española Repsol calificó como “manifiestamente ilícita y gravemente discriminatoria” la nacionalización del 50.01% de las acciones de YPF dispuesta por el Gobierno argentino, que le quitó así la participación mayoritaria que tenía en esa compañía.

“No se ha justificado de forma alguna la utilidad pública que se persigue con la misma, y que supone un patente incumplimiento de las obligaciones asumidas por el Estado argentino en la privatización de YPF, violando así los más fundamentales principios de seguridad jurídica y de confianza de la comunidad inversora internacional”, señala el comunicado de la compañía española, defendida a rajatabla por el Gobierno español

En sintonía con la prédica del ministro de Industria, José Manuel Soria, quien también habló de discriminación, Repsol advirtió que “se reserva expresa y plenamente todos los derechos y acciones que pudieran corresponderle conforme al derecho argentino. La normativa de valores de los mercados en que YPF cotiza y el derecho internacional, incluyendo el tratado de protecciones de inversiones argentina”.

“Repsol llevará a cabo todas las medias legales que procedan para preservar el valor de todos sus activos y los intereses de todos sus accionistas”, agregó la compañía.

Los españoles aseguraron que “tienen participación del 57,43 en el capital de YPF, con un valor contable en sus restados financieros consolidados a 31 de diciembre de 2011 de 4122 millones de euros. Adicionalmente, Repsol YPF mantiene un préstamo con el grupo Peterson valorado en esa fecha en 1542 millones de euros”.

Y se defendieron de las acusaciones sobre falta de inversiones. “YPF representó en 2011 un 25,6% del resultado operativo del grupo y un 21% del resultado neto. En ese ejercicio, las inversiones de explotación de YPF supusieron el 33,7% de las totales del grupo. Por otra parte, como consecuencia de la medida anunciada hoy por el gobierno argentino, la deuda neta del grupo se reducirá en aproximadamente 1.6600 millones de euros”, finalizó el comunicado.