El programa de Marcelo Longobardi terminó ayer de manera abrupta, lo que generó denuncias por censura y una catarata de suspicacias. El periodista entrevistaba al ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, quien -entre otras cosas- criticaba a la Presidenta por su dura respuesta las columnas de Osvaldo Pepe y Carlos Pagni, periodistas de Clarín y La Nación, respectivamente.

Sin previo aviso, mientras el entrevistador y el entrevistado seguían conversando, el programa fue a un corte y nunca volvió. Allí terminó la transmisión. A los pocos minutos, el periodista mexicano Alberto Padilla -especialista en economía y reconocido presentador de CNN en español-, quien estaba presente en los estudios C5N, lanzó un Twitter que alimentó el escándalo.

"Señores: fui testigo presencial de la represión a la prensa argentina. Sacaron del aire a Longobardi por orden de la presidenta Kircher", escribió en la red social. Más tarde declararía: "En la producción estaban apenados, confundidos, enojados, desencajados. La sacada del aire sucedió hasta el minuto ocho o nueve cuando estaba Alberto Fernández. Me parece que desde cualquier punto de vista la decisión y la acción de sacar este programa del aire fue un error total".

Según su relato, en rigor los llamados habrían sido realizados directamente por Julio De Vido, quien estaba muy molesto no por las críticas de Alberto Fernández, sino por la entrevista que se le había realizado minutos antes a Jorge Asís, uno de los que había anticipado el escándalo por los vínculos de Amado Boudou y la ex Ciccone Calcográfica.

El relato de Fernández fue similar: "De repente estaba hablando y se corta. Interpreté que alguien había apretado mal un boton en los controles, pero viene la producción y explica que lo sacaron del aire. La verdad, es un hecho penoso. Se hicieron muchos comentarios en el piso. La producción decía que eran llamados de funcionarios del gobierno y una orden de la dirección del canal".

Esta mañana, el dueño del Grupo Infobae, Daniel Hadad, habló por Radio 10 -que forma parte de su multimedios- para pedir "disculpas" al ex jefe de Gabinete y también a Longobardi, pero desmintió que haya habido llamados de funcionarios. Adjudicó el corte abrupto, en cambio, a un "exceso de formalismo" en los horarios, porque cuando se levantó el programa ya se habían excedido cuatro minutos de su horario.

"Lo valioso de este antecedente que tuvimos anoche es que estamos todos atentos y alertas y ninguno de nosotros queremos ningún tipo de censura y con mayúscula lo digo. El día que Alberto Fernández esté censurado en algunos de los medios que tengo el gusto de dirigir, ese día preferiría no trabajar más en esta profesión", sostuvo Hadad.

El empresario periodístico se excusó en que "las reglas son demasiados estrictas a veces en la radio y la televisión respecto a los horarios de conclusión de los programas. Sin embargo, no explicó por qué tampoco pudo verse la repetición de la madrugada, que siempre se emite y sugestivamente ayer no.