Desde hace un par de meses, la caída en desgracia de Aníbal Fernández es tema de conversación en toda mesa integrada por dirigentes políticos. Sin embargo, el ahora senador raso del oficialismo mantiene ciertos privilegios gracias a su amistad con gran parte del PJ bonaerense.

Un ejemplo, es la situación que se vive en la secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable donde, más allá de los drásticos cambios que se produjeron tras la salida de Homero Bibiloni a fines de 2010, el secretario Juan José Mussi, decidió no tocar la estructura que responde al ex jefe de Gabinete.

Fuentes del organismo contaron con extrañeza la supervivencia del subsecretario de Promoción de Desarrollo Sustentable, Ricardo Eusebio “Coyote” Rodríguez, y del director de Instrumentos, Néstor Gil Conners, dos hombres que reportan directamente a Fernández. Quizá la solidaridad entre dos barones del Conurbano como son Fernández y Mussi prevaleció por sobre la traición que sufriera Bibiloni.

Con todo, las fuentes contaron que tanto Rodríguez como Gil Conners ingresaron en el organismo cuando el propio Bibiloni ya había perdido la confianza de los Kirchner. “Coyote” Rodríguez tenía la misión de ser una especie de comisario de Bibiloni y muchos lo señalan como el principal instigador de la partida del ex amigo de Néstor Kirchner.

“Gil Conners es el chirolita de Coyote. Se dedica a dormir expedientes, esa es su tarea, además de leer novelas todo el tiempo que está en la oficina”, señalaron las fuentes.

De todos modos, esa no es la única irregularidad que los empleados históricos de la Secretaría. Además de la falta de concursos para la designación de funcionarios, marcan algunos hechos insólitos como por ejemplo que el presupuesto de caterings para eventos supera al de software y hardware para que sus PCs funcionen.

Es más, según pudo saber LPO Rodríguez manejó hasta hace poco la Dirección de Cambio Climático, una de las pocas áreas que tenía un director nombrado por concurso. Pero justamente, Rodríguez se dedicó varios meses a boicotear esa dirección que logró desprenderse de “Coyote” a partir de una gestión de modificación del organigrama.

“Hay personal que no tiene más tarea asignada que la de fichar a la entrada y la salida en modernas máquinas de Misión Imposible. La Secretaría es un monumento a la inoperancia donde típicamente uno se pregunta cuánta gente allí trabaja, y la triste respuesta es uno de cada cuatro”, criticaron las fuentes.