El sábado del cierre de listas, mientas Carlos Zannini punteaba listas en Olivos, Alicia Kirchner apareció por sorpresa en La Plata, donde su protegido Carlos Castagnetto peleaba por colar al menos algunos candidatos en las listas locales.

Su presencia dejó atónitos a los kirchneristas platenses que pugnaban por inscribir a sus protegidos. “¿Alicia necesita viajar a La Plata en un cierre que tiene a Cristina definiendo todo sin negociación?”, se preguntaban.

Con el cierre de todas las candidaturas, el misterio pareció develarse: tal vez por viejos rencores, o simplemente como parte de la nueva era cristinista, quienes estuvieron cerca de Alicia Kirchner no fueron ubicados en las listas.

En los cargos legislativos nacionales y de la provincia de Buenos Aires, definidos en la Casa Rosada, la presidenta optó por los jóvenes de La Cámpora, convertidos en los encargados de militar las acciones de gobierno en esta etapa post Néstor Kirchner.

Los rezagados de Alicia son los militantes de la agrupación Kolina. Patrocinada por la cuñada de la presidenta, Kolina contiene a organizaciones sociales y algunos intendentes de poco roce con la vieja guardia peronista.

Su referente siempre fue Kirchner, quien canalizaba en esa cartera los planes sociales más ambiciosas como el plan universal por hijo o las cooperativas Argentina Trabaja, lanzadas a fines de 2009 desde esa cartera.

El último relanzamiento fue en septiembre en el Luna Park y con el propio ex presidente en el escenario. Su muerte dejó el espacio huérfano. Quedó a las claras en el acto que tuvieron en La Plata antes del cierre de listas: la mayoría de los dirigentes que animaron esa jornada se quedaron sin nada en las listas.

Le ocurrió a Castagnetto, mano derecha de Alicia, quien no sólo no pudo ser candidato a diputado nacional sino que ni siquiera coló a su mujer como senadora por La Plata, donde, por si fuera poco, recién pudo poner al cuarto concejal de la lista de Guido Carlotto. El primero de esa nómina es Martín Alanis, coordinador de La Cápmora en la capital bonaerense.

Los intendentes de los distritos chicos de la tercera sección tampoco pudieron sacar chapa en la negociación con sus pares de las comunas más poderosas. Mario Secco (Ensenada) Daniel Di Sabbatino (San Vicente) y Francisco “Barba” Gutiérrez, intentaron sin éxito una candidatura a senador para su par Gustavo Arrieta (Cañuelas). Nadie los ayudó y tuvieron que levantarse de la mesa.

En toda la provincia de Buenos Aires Kolina no coló ningún legislador, con la excepción de Sergio Berni, funcionario del Ministerio de Desarrollo Social, con la chapa de haber sido el constructor del puente inicial entre el kirchnerismo y los piqueteros, durantes los primeros años de la presidencia de Kirchner.

Ex ministro en Santa Cruz, Berni siempre mantuvo una estrecha relación personal con Cristina. Y fue ella y no Alicia quien lo impuso como candidato a senador por la segunda sección.

También la presidenta aceptó darle algunos lugares al Movimiento Evita de Emilio Pérsico y el diputado Fernando “Chino” Navarro (Patricia Cubría en la primera y Eduardo “Cholo” Ancona en la tercera).

El Evita, otro espacio que fue siempre más kirchnerista que cristinista, tiene peso propio en Desarrollo Social a través de Ernesto “El Indio” Paillalef, quien digitó a dedo el dinero de las cooperativas Argentina Trabaja.

Todo a La Cámpora

El escenario está a la vista. Diezmado el Ministerio de Desarrollo Social, será La Cámpora la encargada de promover y militar las políticas sociales con las que siempre hicieron bandera los movimientos sociales afines a la Rosada.

Fue ese uno de los principales objetivos que se trazó en el último encuentro que los camporistas bonaerenses tuvieron en Cañuelas.

La legislatura bonaerense será uno de sus reductos preferidos. Allí desembarcarán una decena de legisladores ligados a la agrupación, quienes ya iniciaron una agenda de temas a tratar focalizados en los jóvenes de entre 18 y 35 años.

Lo harán recorriendo la provincia de Buenos Aires. “Vamos a militar muchas leyes como la ley de medios”, comparan. Y remarcan que muchas políticas sociales nacionales, como la asignación por hijo, no fueron desarrolladas en los municipios y mucho menos equiparadas con legislaciones locales.

Atento a los nuevos tiempos, Scioli recibió a estos futuros legisladores en la gobernación, con la presencia de algunos ministros. No estaban los más resistidos por los jóvenes K: el jefe de Gabinete Alberto Pérez, Ricardo Casal (Justicia y Seguridad) y Baldomero “Cacho” Álvarez (Desarrollo Social).

“No nos vamos a pelar por módulos ni cargos. Ni vamos a cobrar por las leyes”, le anticipó a Scioli José Ottavis, candidato a diputado por la primera sección.

La parte más álgida llegó cuando Santiago Carreras, de Lomas de Zamora y afín a Gabriel Mariotto, exigió no criminalizar la pobreza, en clara alusión a la política que promueve Casal. Como acostumbra, Scioli esquivó el guante.

En el Congreso los camporistas también bregarán por Cristina, con diputados como Eduardo “Wado” De Pedro y Mayra Mendoza (Buenos Aires); Marcos Cleri (Santa Fe) y María Luz Díaz (La Pampa), Marcelo Santillán (Tucumán), Andrés “Cuervo” Larroque (Capital Federal) y Anabel Fernández Sagasti (Mendoza).