Crítica de la Argentina está cada vez más cerca de quedar en manos del sindicalismo. Ya no sería bajo el dominio de Omar Viviani, el titular del sindicato de Taxis y ladero del líder de la CGT, Hugo Moyano, sino del Grupo Olmos, el mismo que gerencia la obra social de la UOM y que edita el matutino Crónica.
Así se los transmitió esta tarde el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, en la reunión que mantuvo en su despacho de la Casa Rosada con los delegados, Alejandro Bercovich, Martina Noailles y Edgardo Imas, y el ex director, Daniel Capalbo.
“Se comprometió a garantizar que prospere el relanzamiento del diario de la mano del Grupo Olmos”, contó Noailles a La Política Online.
La idea que barajan desde el Grupo no es comprarle a Papel 2.0 -sociedad de Antonio Mata, ex director de Aerolíneas durante la gestión de Marsans, y Marcelo Figueiras, dueño de Laboratorios Richmonds-, sino crear un nuevo medio con el mismo personal, adelantaron fuentes sindicales. “Contratarían los 130 empleados que quedan en la redacción del diario de (Jorge) Lanata”, explican. Originalmente eran 190, pero luego de 4 meses sin cobrar sus sueldos, muchos se han ido a trabajar a otros medios. Afirman que la idea está avanzada: “Ya compraron la marca `Crítica´ del diario fundado por Natalio Botana”.
Sólo falta un último paso, el final, pero esencial para el Grupo. “Resta que el Gobierno les garantice la pauta oficial para que sea rentable”, confesó una fuente sindical.
De esta manera, lejos quedan las versiones de compra de la empresa kirchnerista, Electroingeniería, y de Moyano, de la mano de Viviani.
El conflicto
Los trabajadores de Crítica de la Argentina hace cuatro meses que no cobran sus sueldos y hace 75 días que tomaron la redacción, luego de que denunciaran “vaciamiento” de Papel 2.0.
El conflicto estalló a principio de año cuando los trabajadores negociaban con la empresa una recomposición salarial -discusión que Papel 2.0 venía posponiendo desde marzo de 2009- pero se agravó cuando no les pagaron el sueldo de abril. Los trabajadores, que venían haciendo huelgas parciales y sacaban el diario con una redacción de emergencia, decidieron hacer paro total –editores y personal jerárquico incluido- y dejar de escribir el matutino.
A mediados de mayo la empresa hizo una asamblea extraordinaria de accionistas, donde se esperaba que decidieran sobre el ingreso de un posible inversor que inyectara el dinero para pagar los salarios y mantener en pie la redacción, pero al salir de la reunión, a través de un comunicado, la compañía les informó a los trabajadores que haría una convocatoria de acreedores. A partir de ese día, los periodistas permanecen en los puestos de trabajo las 24 horas del día en Maipú 271.
A partir del día siguiente el Ministerio de Trabajo incluyó a los trabajadores en el sistema de crisis, por el que cobran unos $600 mensuales y en la última reunión con el titular de la cartera laboral, Carlos Tomada, el funcionario kirchnerista les prometió que el Estado iba a apresurar los trámites para pagarle la pauta oficial que le estaba debiendo al diario, comprometiéndose a garantizar que esa plata fuera para pagar los sueldos de los 190 empleados. Hasta ahora el Gobierno no cumplió con eso.
La razón que les dieron a los trabajadores es que no podían garantizarles que la plata depositada en las cuentas de Papel 2.0 fuera a pagarles el sueldo adeudado.
Es que, según denunciaron los propios empleados del diario, Mata había vendido facturas al Banco Macro antes de entrar en el concurso preventivo, se las dejó como garantía para un préstamo, y todo dinero que se destinaba para cancelarlas, iba a parar a la entidad presidida por Jorge Brito.
Hace dos semanas, los trabajadores pidieron ante la Justicia que se abriera una cuenta judicial en el Banco Ciudad para garantizar que se cumpla el “privilegio de pronto pago” de toda convocatoria.
“El jefe de Gabinete hoy nos comunicó que ya se abrió la cuenta y que en el Gobierno ya había depositado $53.000 de los que adeuda por pauta. En los próximos días estarían girando el resto, unos 410.000”, contó Noailles.