Carlos Reutemann se bajó de la carrera presidencial. "Conmigo no cuenten, descártenme", les dijo a los peronistas disidentes en una reunión que se hizo en la casa del senador salteño, Juan Carlos Romero.

La noche había caído en el barrio de Recoleta. En el tercer piso de un edificio de la calle Parera, entre el vapor de humitas y tamales, la senadora bonaerense Hilda "Chiche" Duhalde enumeraba los presidenciables del peronismo federal y Lole la interrumpió."No, Chiche, te agradezco, pero conmigo no cuenten, a mí, descártenme", aclaró por enésima vez.

Según publica hoy el diario Clarín, estos hechos ocurrieron el martes 27 de abril en el piso porteño del ex gobernador salteño Romero. Allí estuvieron el gobernador puntano Alberto Rodríguez Saá y su hermano, Adolfo; la senadora Hilda "Chiche" Duhalde; los diputados Ramón Puerta y Felipe Solá; Reutemann y su mano derecha en la Cámara baja, Celia Arena y también los legisladores Cristina Cremer y Gustavo Zavallo, en representación del ex gobernador entrerriano Jorge Busti.

Esas reuniones, que los Rodríguez Saá, Puerta y Romero vienen organizando hace meses, comenzaron ahora a tomar otro impulso. El objetivo es ampliarlas a todo el peronismo disidente para aglutinar fuerzas con las que dar batalla a Néstor Kirchner en 2011 y luego ir por la Presidencia.

Por eso, esta vez sumaron a Chiche Duhalde y probablemente su marido sea parte del próximo encuentro, dentro de unos diez días. También será invitado el chubutense Mario Das Neves. Con Francisco de Narváez esperarán a que dirima la batalla legal por su candidatura y luego, "cuando le confirmen que sólo puede ir por la gobernación bonaerense, vendrá al pie", confió una de las voces del grupo. Por último, quizá ya en 2011, se hará un intento por acercar a Mauricio Macri a este armado peronista.

Como se ve, la intención es que ninguno de los presidenciables quede afuera. Eso, aunque el que más expectativas despertaba haya vuelto a esconderse.

"Con lo que dijo ese día, para mí está terminada la posibilidad del Lole. No es que se bajó. Nunca se llegó a subir", fue la conclusión del encuentro que Busti le contó a este diario, de acuerdo al relato que le hizo su esposa, Cristina Cremer.

El resto de los comensales consultados por Clarín tuvieron la misma sensación.

Esa fue la última vez que el senador santafesino reveló su nulo entusiasmo por la contienda presidencial del año próximo. No fueron muchas, pero sí las suficientes para marcar una clara trayectoria marcha atrás después de su victoria en las legislativas del año pasado en Santa Fe, que, según su apreciación, lo colocaba en "la grilla de candidatos" para 2011.

Desde entonces, Reutemann pasó largas temporadas recluido en su campo y disminuyó al mínimo sus contactos políticos. Según pudo saber Clarín, hace algunas semanas dejó plantados a un grupo de intendentes peronistas del interior bonaerense que se habían trasladado a Santa Fe para verlo. Fue uno de sus últimos desaires a quienes vienen depositando expectativas en su candidatura presidencial y motivos no le faltan: es el peronista mejor rankeado en todas las encuestas.

Pero él pide que no lo apuren. Y, las pocas veces que habla, explota en exabruptos o admite, simplemente, que está "desentusiasmado" (sic) o que "no cuenten con él" para la lucha presidencial, aunque promete aportar al peronismo federal desde Santa Fe, quizá hasta con una nueva candidatura a gobernador. Pero todas son suposiciones en la pléyade de hermeneutas que pululan cerca del Lole.

Algunos creen que se dio cuenta que a los 69 años, que cumplirá el año próximo, es mejor buscar destinos menos intensos que la Casa Rosada. Otros, aún suponen que sólo se corre de la escena para evitar una larga campaña de desgaste del kirchnerismo.

Incluso un funcionario que va y viene entre la Casa Rosada y Olivos dijo entender que la estrategia de Reutemann es "esperar hasta el final, hasta que el peronismo disidente le vaya a ofrecer la candidatura en bandeja. Hace bien. Evita el desgaste".