Francisco De Narváez visitó hoy dos barrios tradicionales de La Plata, caminó con los vecinos y se sacó fotos. Y lo hizo sabiendo que el justicialismo está más lejos de lo que pensaba.

“Ratifico mi compromiso con los bonaerenses y mi vocación de construir un Estado sólido con políticas de Estado”, declaró el diputado nacional después de visitar una escuela para no videntes en Gonnet y no esquivó algunos temas que ya son habitué en su speech.

Sin embargo, el dato que resaltó de esta visita, en contraste con lo que pasaría después, se dio cuando el diputado dijo que “vamos a ir a las internas o primarias del PJ. Estoy convencido de que es la forma de ordenar al peronismo moderno, yendo a un debate de ideas”.

Pero curiosamente, el mano derecha del empresario, el diputado provincial Gustavo Ferri –que además es yerno de Eduardo Duhalde- declaró en un comunicado que el kirchnerismo busca que la interna "sea dentro del Frente para la Victoria, espacio al que no pertenecemos, y con el que no tenemos nada que ver”.

“No vamos a engordar las filas de un sello de goma que para lo único que sirvió es para presentarse a elecciones", señaló Ferri y añadió que “si vamos a dirimir el problema que tenemos dentro del Justicialismo, hagámoslo dentro del Justicialismo, no dentro de una interna del Frente para Victoria".

Es que como luego explicó Ferri a La Política Online, el apoderado del justicialista, Jorge Landau, está trabajando para que a través del Congreso del PJ se propicie que la interna sea dentro del Frente Para la Victoria, incluyendo a los sectores de izquierda que engloba ese frente electoral y lógicamente, dejando a Unión Pro de lado.

Es por eso que De Narváez sigue declarando públicamente que va a derrotar nuevamente a Néstor Kirchner o a quien sea dentro del justicialismo, pero ya empieza a resignarse como lo hizo Duhalde y terminaría compitiendo por fuera.