Tras varias idas y vueltas, presiones del Gobierno y resistencias de la UIA y sindicatos afines a la Casa Rosada, la iglesia argentina logró elaborar un documento contra la pobreza, que contó con el apoyo de casi toda la dirigencia rural y sectores del empresariado y de los sindicatos.

Se trató de un texto con reclamos al Gobierno, que será analizado el lunes próximo en el plenario del Episcopado argentino, que lidera el cardenal Jorge Bergoglio.

Así lo indicó Fabián Tarrío, secretario de Organización del Comité de Presidencia de CAME y titular del Foro de Habitantes Ciudadanos, al finalizar la reunión con la Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Argentina en la que se acordó el documento.

El documento sobre la pobreza elaborado por entidades empresarias, del agro, gremios, bancos y la Iglesia planteó la necesidad de "controlar la inflación" sin caer "en las políticas de ajustes que han demostrado un gran fracaso y la fractura social".

También advirtió que pese a todos los intentos realizados "las situaciones de pobreza e inequidad continúan, no como consecuencia indeseada de la estructura económica, sino como el resultado de un modelo económico que no realiza una distribución equitativa de la riqueza y una síntesis entre crecimiento económico y desarrollo social".

"La erradicación de la pobreza debe ser tomada como un proyecto de largo plazo donde se produzcan cambios estructurales", señaló y abogó por "políticas públicas que, implementadas por el Estado a la vez que promovidas y sostenidas por la sociedad civil, logren una realidad más equitativa".

El documento remarcó una serie de puntos específicos que surgieron del acuerdo de las entidades:

• Fomentar un Plan de Desarrollo Integral Nacional, que tenga en cuenta el crecimiento económico, social, y cultural de los argentinos (con crecimiento, productividad e inversión en forma conjunta con la generación de empleo, etc.).

• Garantizar un marco legal y jurídico estable, que permita proyectar a futuro.

• Promover y asegurar una educación integral y moderna para todos los niños y jóvenes.

• Velar por la salud y la seguridad de la población, en particular combatiendo el flagelo de la droga, sabiendo que en el largo plazo la mejor política de seguridad es lograr una sociedad más justa e integrada.

• Garantizar la independencia de las provincias y municipios, delegando responsabilidades y asignando los recursos necesarios.

• Generar la infraestructura necesaria para el crecimiento de todos, especialmente para las zonas más postergadas del interior del país: escuelas rurales, hospitales, caminos, trenes, etc.

• Respetar y hacer respetar las leyes.

• Fomentar un cambio cultural dando un ejemplo ético y moral, promoviendo la honestidad, la cultura del trabajo, la cooperación, la transparencia y credibilidad, evitando el clientelismo y asistencialismo.

"Es la conjunción de todos estos factores lo que generará las condiciones que permitan una justa distribución de la riqueza para el desarrollo de una vida digna. Son proyectos de largo plazo que exceden los periodos de un gobierno y es por eso que requieren de un amplio consenso nacional que avale que, mas allá de quien esté administrando, siempre sigamos el camino trazado", subrayó el texto.

También resaltó que el hambre es "la cara más atroz de la pobreza" y consideró que "su erradicación en Argentina es posible, y en el corto plazo".

"Es inconsistente la coexistencia de sectores de la población que padecen un déficit de alimentación, cuando el país goza de una producción de alimentos superavitaria", cuestionó.

Además, el documento indicó que las principales políticas públicas a implementar de acá al 2016 deben contener, entre otros, estos tres aspectos:

• Una reforma del sistema educativo y su financiamiento.

• Un programa progresivo de universalización de las asignaciones familiares que extienda el salario familiar a los niños y jóvenes que hoy no acceden al mismo porque sus padres no están en el trabajo formal.

• Una reforma impositiva que establezca una coparticipación federal que tenga en cuenta el principio de subsidiariedad y, por ende, sea acorde a las acciones a cargo de las provincias y municipios (educación, seguridad, salud, etc.) y que permita el desarrollo nacional y local, revirtiendo la migración a los cordones de las grandes urbes.

Del encuentro realizado en la sede del Episcopado participaron todas las entidades que integran el Foro, pese a que el documento "La Pobreza: un problema de todos Consenso y propuestas de la Sociedad Civil para el Bicentenario", seguirá siendo debatido en el seno de algunas de ellas.

Presencias

Las organizaciones que enviaron representantes al cónclave fueron: la Asociación Empresaria Argentina (AEA),Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), Sociedad Rural Argentina (SRA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Federación Agraria Argentina (FAA), Coninagro, Asociación de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA), Asociación Argentina de Consorcios Regionales de la Experimentación Agrícola (AACREA).

También estuvieron la Asociación Conciencia, Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), Centro Islámico de la República Argentina (CIRA), Comisión Nacional de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Argentina (CNJP), Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Confederación General del Trabajo (CGT), CGT Azul y Blanca, Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP), Foro del Sector Social, y Universidad Católica Argentina (UCA).

En conferencia de prensa, el secretario de CAME, Fabián Tarrío, dio a conocer un comunicado en el cual se expresa que "cada una de las instituciones presentes confirmaron su vocación de seguir trabajando en dicho espacio plural y abierto teniendo siempre como objetivo la inclusión social y como camino el diálogo y la generación de consensos para la promoción de políticas públicas que garanticen el bien común".

Asimismo, señala que "hoy nadie puede negar la prioridad de fijar" la problemática de la pobreza "en la agenda de todos los argentinos". "Se trata de una situación estructural que azota a nuestro país desde hace décadas y, por tanto, su solución requerirá tanto acciones inmediatas como políticas a largo plazo que garanticen su erradicación", plantea.

El comunicado sostiene además que el documento sobre el que trabajó el Foro "no intenta agotar todas las alternativas de solución a este problema tan complejo sino simplemente ser un punto de partida para un abordaje integral".

"Las organizaciones que constituyen el Foro continuarán desarrollando todos los esfuerzos posibles para abordar propuestas concretas a partir de los ejes que se han formulado en el documento", concluye.

El Foro volverá a reunirse el próximo 10 de mayo, lapso en el cual se invitará a integrarse para ampliar este consenso a sectores que están ligados con los sectores más pobres, como por ejemplo algunas ONG.

Tarrío admitió que el texto del documento aún continúa "siendo debatido en el seno de algunas de las entidades", pero no precisó en cuales al destacar que "respetamos su identidad, no lo queremos hacer público".

Al respecto, la directora de la Comisión Nacional de Justicia y Paz, Lía Zervino, explicó "algunas organizaciones requieren más tiempo por su complejidad y por sus intereses, es lógico", y calificó de "excelente" la reunión "por su clima" en la cual "ratificamos que sigue firme la composición del Foro".

El Foro le "acercará" el documento a la Presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, a los gobernadores, y a los intendentes.

El documento plantea, entre otras cosas, la necesidad de: *Controlar la inflación, que tanto daño hace en particular a los sectores más pobres, sin caer en las políticas de ajustes que han demostrado un gran fracaso y la fractura social; Promover y asegurar una educación integral y moderna para todos los niños y jóvenes; velar por la salud y la seguridad de la población, en particular combatiendo el flagelo de la droga.