Los niveles de impunidad o autismo del kirchnerismo se superan día a día, casi como si encontrarn placer en provocar a la sociedad. Ayer trascendió que lejos de recibir un castigo por el bochorno vuelo de Aerolíneas Argentinas fletado especialmente para que Recalde y sus amigos pudieran ve a la Selección, uno d elos pasajeros más destacados de esa "comitiva" fue premiado con un importante cargo.

Andrés "Cuervo" Larroque fue uno de los pocos privilegiados que pudieron viajar a Uruguay en el vuelo AR 1204 que según palabras del propio Recale consiguieron los pasajes por la módica suma de 100 dólares, cuando para cualquier ciudadano cuesta entre dos y tres veces más.

Se trata del líder de la juventud kirchnerista La Campora, cargo al que llegó luego de superar con éxito diversas internas con su ex jefe político
José Ottavis.

Este miércoles, el jefe de Gabinete Aníbal Fernández no tuvo mejor idea que designar a Larroque como director de un organismo a cargo del de "Fortalecimiento de la Democracia". Parece una broma de mal gusto, pero es la triste realidad.

Este joven que lidera la organización kirchnerista, que se ha especializado en protagonizar distintos escraches, simpre en línea con los rencores de Néstor Kirchner, como el que realizaron al periodista de Clarín, Julio Blanck, está ahora al frente de un organismo que se supone tiene por objetivo mejorar las prácticas democráticas de la sociedad.

Si se tiene encuenta quiene es su jefe directo no extraña la designación, que fue publicada en el Boletín Oficial este miércoles que consigna el decreto 1470/2009 con las firmas de Cristina Kirchner y el propio Aníbal Fernández.

Larroque empezó a hacerse famoso cuando los medios publicaron una foto del secretario de Comercio Interior brindado una arenga a un gupo de jovenes jirchneristas. En el palco se ve exaltado junto al funcionario a un joven de rulos. Ese es el "Cuervo" Larroque.

Este joven militante de la Capital, llegó a la cima de La Campora luego de superar con éxito una serie de conpsiraciones. Ottavis, líder histórico de esa agrupación, fue la víctima del ascenso de Larroque, que hasta ese momento era su mano derecha. Tan amigos eran que cuando Ottavis fue nombrado director de la Juventud en la gestión porteña de Telerman, lo llevó a Larroque como segundo.

Y luego, cuando el kirchnerismo entró en crisis con el ex jefe de Gobierno, Ottavis fue cobijado por el secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, quien lo nombró director de Asuntos Políticos. Allí también Larroque lo acompañó como segundo, hasta que logró establecer línea directa con Máximo Kirchner y quedarse con el control cotidiano de La Campora, de la que por cuestiones nunca aclaradas fue apartado el hijo de la presidenta a quien mandaron de regreso a Santa Cruz a ocuparse de los "negocios familiares".