El gobierno de Mauricio Macri entregará una partida extra de cuatro millones de pesos para paliar las consecuencias de la gripe A.

Además, según reveló a La Política Online el ministro de Salud porteño, Jorge Lemus, se reasignarán fondos para el refuerzo de insumos en todos los hospitales y centros de Salud de la ciudad, luego de que ayer se declarara la emergencia sanitaria en la Capital Federal.

“Además no están girando del gobierno nacional tres millones de pesos más”, agregó Lemus.

Por otra parte, el ministro de Salud, dijo que no planean cerrar subtes, cines y shoppings. “Hemos realizado un estudio de costo-beneficio y costo-oportunidad y no lo creemos necesario. Tenemos que ser responsables si planteamos un cierre general ya que hay que tener en cuenta las determinaciones socioeconómicas que puede tener y saber por cuántos días”.

“Hasta ahora hemos pasado de una etapa de contención, donde se intentó impedir el ingreso del virus, a una etapa de mitigación, por lo que decidimos cerrar las escuelas, que es donde comenzó a circular la gripe A y donde circula con más frecuencia”, explicó Lemus.

Según contó, hoy se reunió con el flamante ministro de Salud nacional, Juan Manzur, con quien acordó “medidas conjuntas”, y lo calificó como un “excelente sanitarista”.

En otro sentido, el titular de la cartera de Salud porteña admitió que “cuesta conseguir barbijos”, y que por eso “están entrando provisiones de países vecinos”.

Por su lado, Lemus dijo que aún esperan los resultados de la gripe y fiebre que sufre el jefe de gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, quien podría haberse contagiado del titular de Desarrollo Urbano, Daniel Chain, quien contrajo gripe A la semana pasada.

Funcionarios en la Legislatura

Por su lado, en la Legislatura porteña se reunió, en sesión especial, la Comisión de Salud que preside la macrista peronista Lidia Saya.

Allí estuvieron el jefe de asesores de Salud y Director de la Región Sanitaria 1, Néstor Pérez Baliño, y los subsecretarios de Administración, Rodolfo Kirby y de Atención de la Salud, Gabriel Nouik (el cuarto que asume en ese lugar desde que empezó la gestión) dando explicaciones ante duros cuestionamientos de parte de la oposición.

“El 85% del virus que circula es gripe A”, reveló Pérez Baliño. “Por eso antes dábamos medicación restringida a los pacientes de alto riesgo e internados, y ahora le damos a todos los paciente que sean diagnosticados con gripe A”, contó. “Ya estamos sacando afiches y folletos para prevenir”, adelantó.

Consultado por la legisladora de la Coalición Cívica, Diana Maffia, sobre la cantidad de muertes por gripe A, Pérez Baliño aseguró que no tenían “datos exactos ya que cada semana epidemiológica varía, pero creemos que son 17 los muertos”.

Luego Maffia cruzó a los funcionarios de Salud y reveló que faltan camas, “muchas están rotas o no hay colchones”, dijo; y respiradores en muchos hospitales y que, en el caso de enfermeras, la situación es peor aún.

Ante esto el jefe de asesores de Lemus dijo que se están incorporando 35 respiradores en estos días. Sobre la carencia de enfermeras Kirby dijo: “Firmé 1500 nombramientos, incluídas enfermeras, pero tenemos un problema que tiene que ver con que el número de jubiladas es igual al que ingresan al sistema”.

Reglamentaciones

Por su lado, el presidente del bloque de la CC, Enrique Olivera, reveló que el gobierno porteño no reglamentó dos leyes vinculadas a la gripe A.

Se trata de los cambios a la ley “Pediatra en casa”, para infecciones respiratorias, que hace 7 meses fue sancionada; y la reforma a la de “Médicos de cabecera”.

En el primer caso, Pérez Baliño aceptó que no está reglamentada pero dijo que se está implementando. Los cambios implicaban que ahora los pediatras, llamando a un 0-800, no sólo atenderán de 20 a 8, sino todo el día. Minutos más tarde, Olivera salió de la reunión y volvió, luego de haber llamado al número que ofrece el ministerio, y reveló que allí no sólo no lo atendieron sino que se mantenía el viejo sistema.

En cuanto al “Médicos de Cabecera”, Olivera le dijo a La Política Online que él mismo lo implementó en 2000 y que los funcionarios admitieron que fue “subutilizado”.