“Se le saltó la cadena”. Eso contó a La Política Online una fuente de la Coalición Cívica bonaerense cuando se largó hablar de las complicadas horas que vive su líder, Elisa Carrió. Preocupado y deprimida, se recluyó en un retiro espiritual donde no pueden localizarla, mientras la cuestionan por el “abandono” en plena campaña electoral.

Todo comenzó hace cerca de una semana, cuando el adelantamiento de las elecciones era inminente. Preocupada por el cambio del mapa electoral, emprendió un viaje sin dejar datos de su paradero –al menos a sus compañeros políticos- y llevándose su celular apagado.

“No hay interlocutor válido. Tipos que quieren hablar con ella no consiguen comunicarse y a los pocos que lo consiguieron, les dijeron que en este momento no quiere hablar con nadie”, se quejó la fuente.

Esto ya generó revuelo hacia el interior de la Coalición Cívica. Si bien sus asesores más fieles intentan justificarla argumentando una especie de “recargo de pilas” para afrontar la batalla electoral, la mayoría siente que abandonó el barco cuando más fuerte se hizo la tormenta. “Están todos enojados con Lilita, no puede desaparecer justo ahora”, lamentaron.