Ya desde el conflicto anterior a la resolución 125 y el voto de Julio Cobos, la Mesa de Enlace que representa al campo denunciaba operaciones kirchneristas para generar grietas internas entre los dirigentes tratando de aislarlos negociando por separado. Hoy retomaron esa misma denuncia, la que el propio Eduardo Buzzi catalogó como el “operativo Verbitsky-Biolcati”.

Así se refirió, antes de ingresar a la reunión de la Mesa en la sede de CRA, a las negociaciones que según el periodista Horacio Verbitsky publicó el pasado domingo en el diario Página 12, habría tenido el titular de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, con funcionarios del Gobierno.

"El 'operativo Verbitsky-Biolcati', lo que hace, es mostrar que la estrategia del gobierno es intentar dividir a la Mesa de Enlace, tratar de acordar con alguno, pero en realidad pierden el tiempo", advirtió el dirigente agrario.

Lo que en estas palabras intenta explicar Buzzi, es que en el núcleo agrario interpretan la publicación del periodista como una jugada política que tiene como objetivo intentar poner, en este caso, a Biolcati como un “carnero” o un “traidor”.

Espíritu setentista

Las palabras de Buzzi no fueron soltadas porque sí. Mucho menos la denuncia con nombre propio hacia Vervitsky. En Federación Agraria Argentina (FAA) dicen tener información confiable de que el presidente del CELS es el principal asesor de Kirchner en la política oficial sobre el conflicto con el campo.

Que el periodista tiene línea directa con Olivos no es novedad. Desde hace años mantiene una relación personal con Néstor Kirchner. Pero según voceros de la FAA por estos días es Verbitsky el punto de consulta del ex presidente, y las respuestas que recibe de su consultor guarda cierto espíritu setentista, a partir de la cual apuntan al recrudecimiento de la puja política entre el campo y el gobierno.

“Verbitsky es quien sugiere sostener una línea dura, sin negociación, enfocando la disputa en una supuesta lucha contra la `oligarquía´ que viene a “voltear al gobierno popular´”, explican. Esto no es novedad. Ese mismo discurso tomó el gobierno el año pasado, cuando llegó a calificar al campo de “golpista”.

La movida tiene respuesta del campo, y no es para nada amable. Lo que dicen es que “por segunda vez estos muchachos van a ser derrotados”. El mensaje es directo y citan como la primera derrota a la experiencia montonero de los agitados años setenta.