Cristina Kirchner continuará esta semana con su rutina de "anuncios" diarios y como plato fuerte se guarda la comunicación del primer tramo del aumento jubilatorio para el 2009, que se ubicaría entre el 11 y el 12 por ciento, tal cual trascendió días atrás.

En rigor, el número ya se barajaba desde que se aprobó la ley de "movilidad" que impulsó el oficialismo y que en rigor elude esta exigencia de la propia Corte Suprema. El propio titular de la Anses, Amado Boudou, había revelado la semana pasada que "estamos trabajando y en pocos días más se va a estar anunciando. La semana que viene tendremos el número disponible".

No obstante, en varias oportunidades, el funcionario estimó que la suba anual no puede ser inferior a 18 por ciento, con lo cual se estima que el primer aumento será cercano a 11 por ciento y el segundo que rondará el 7 por ciento.

De ser así, el haber mínimo se elevaría de los 690 pesos a unos 770 pesos.
Ese suba de haberes previsionales recién se cobrará en marzo, según lo dispone la ley de movilidad jubilatoria que establece dos ajustes por año, el primero el próximo mes, y el segundo, en septiembre.

La medida beneficiará a 5,6 millones de jubilados y pensionados, incluidas las pensiones no contributivas a los jubilados de las ex AFJP que fueron traspasados al régimen público.

También otros beneficios -la Prestación Básica Universal o el haber máximo- se ajustarán en la misma proporción. Por otro lado, subirá en el mismo porcentaje el tope salarial sobre el que se realizan los aportes personales, que ahora de 7.800 pesos.

Fuentes de la ANSeS, afirmarona  la agencia DyN que aún no estaba definido el día en la mandataria formulará el anuncio, y admitieron que también "está en carpeta", pero sin fecha, el lanzamiento de licitaciones para financiar créditos hipotecarios con fondos del organismo, un área en la que ya fracasaron otras iniciativas oficiales como los planes de Guillermo Moreno para comprar departamentos con lo que se pagaba de alquiler.

La cuestionada movilidad kirchnerista

La ley de movilidad debería vincular el aumento de las jubilaciones de acuerdo con la evolución de los salarios, a través de la actualización periódica de los haberes por el incremento de los salarios medios de la economía. La norma se sancionó luego que dos fallos de la Corte Suprema lo exigieran, pero el gobierno introdujo un poco transparente índice para calcular el incremento, que fue rechazado por la oposición que lo tachó de "discrecional".

Para calcular la suba se tomará en cuenta lo que pasó en cada semestre calendario: de enero a junio para el ajuste de septiembre y de julio a diciembre para el ajuste de marzo del año siguiente, en base a una fórmula compleja que se basa en dos índices.

Uno combina por mitades el incremento de los salarios (el mejor entre el del INDEC y el de la Seguridad Social) y la suba de los impuestos que van a la Seguridad Social, por la cantidad de beneficios pagados, entre semestres calendarios. Y el otro, toma la mitad de la variación de los ingresos totales de la ANSeS de 12 meses, también por beneficio, acrecentado un 3%. De ambos índices, se elige el menor.

Sin embargo, la ley de movilidad aún no fue reglamentada y no se conoce la "letra chica" de cómo deben hacerse los cálculos. Tampoco se disponen públicamente de todas las cifras para hacer las cuentas. La sección Estadísticas del sitio de la ANSeS está "en construcción".

Lo que sí se conoce es el índice salarial del INDEC que arroja, en promedio, para el período julio-diciembre de 2008 -base del cálculo del aumento de marzo- un incremento del 14,2%, con relación al primer semestre. Se descuenta que con el anuncio, se difundirán las cifras de cada variable de la fórmula y que justifican el porcentaje de aumento que recibirán los haberes previsionales.

En 2008, los jubilados recibieron dos aumentos del 7,5%, uno en marzo y otro en julio. Eso da un acumulado del 15,6%. Y además cobraron un extra de $ 200 por única vez en diciembre.

En el mismo lapso, entre diciembre de 2008 e igual mes de 2007, el índice salarial del INDEC (que incluye el empleo en negro) arroja un 25,2%, muy aproximado a los acuerdos salariales firmados con aumentos del 25 al 30%.

La fórmula de movilidad no corrige la situación de los jubilados que recibieron aumentos inferiores a lo que determinó la Corte Suprema en el caso Badaro. En ese fallo, el Alto Tribunal reconoció un ajuste del 88,6% para el período enero 2002 y diciembre 2006. Por eso, y amparados por la doctrina Badaro, cada vez hay más reclamos judiciales pidiendo un ajuste similar.

Aunque admite que "aún no se dispone públicamente de todos los datos necesarios para hacer el calculo", un reciente estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal sostiene que el primer incremento en base a la fórmula de movilidad debería estar "cercano al 15 %".