El violento alud que azotó la localidad de Tartagal logró frenar el paro del campo, que hasta las 15 de hoy parecía cosa juzgada. La Mesa de Enlace, en plena crisis social por el desastre en Salta creyó que no era conveniente exponerse políticamente con el anuncio del cese de comercialización, el cual se hará realidad el viernes 20 de febrero si hasta esa fecha no hay respuestas concretas de la Casa Rosada.

Esta es la única verdad de las arduas seis horas de negociación que tuvieron los dirigentes que representan al campo, que ni bien finalizado el encuentro salieron a adjudicar el cambio de decisión a la postura más abierta de Cristina Kirchner.

El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Hugo Biolcati, afirmó que “tenemos la responsabilidad, ante un pedido de colaboración por parte de la Presidenta, de atender ese requerimiento” y en sintonía, siguió el presidente de CONINAGRO, Carlos Gareto, quien expresó que ante un pedido de la Presidenta de la República no podemos decir que no".

Así mostraron su hábil estrategia que se completó con la frase de Eduardo Buzzi, un mensaje directo a la presidenta que llega con más peso del que hubiera deseado: “Si mañana mismo nos convoca, con gusto nos acercaremos”. “Con esto dejaron en manos del gobierno la responsabilidad sobre el futuro del conflicto”, describió atento un vocero agrario a La Política Online.

“Si hacemos esto quedamos como unos corporativos y unos intolerantes” fue una de las frases que se escuchó hoy entre los dirigentes. Claro está, el análisis es que si en el medio del anuncio de planes de empleo y políticas sociales anunciado hoy y la sensibilidad social palpable por las tremendas imágenes de Tartagal lanzaban el paro, iban a quedar al menos en fuera de foco.

Binner y la "pobreza estructural"

Hubo otros dos factores que terminaron por quebrar la presión de las bases por volver a salir a las rutas. En primer lugar, el cambio de escenario que sintieron cuando Cristina “descubrió” la “pobreza estructural” que hay en el país tras su viaje a Salta. Luego, la presencia y la esperanza en la gestión de Hermes Binner.

“El espectáculo de Cristina descubriendo la pobreza estructural en Salta los desalineó, tuvieron que frenar”, especuló un vocero de las entidades agrarias. “Lo que hizo el gobierno –creen- fue correr la foto del paro del campo. Están jugando al ajedrez político. Hoy, sin dudas, no era el momento ni el día”.

En cuanto al gobernador de Santa Fe, sus colaboradores mantuvieron contacto permanente con el cónclave del campo en Buenos Aires. Las fuentes consultadas confirmaron que no existió contacto alguno con el gobierno kirchnerista, pero que colaboradores del socialista siguieron de cerca las negociaciones.

“Tienen mucha esperanza en el pedido que mandó Binner el 20 de enero”, explican. De hecho, la cúpula de Federación Agraria está por estas horas viajando urgente a Rosario y mañana misma se juntan con Binner.

Sin embargo, no todo está congelado. El viernes 20 de febrero habrá una concentración de productores en la localidad cordobesa de Leones, en el marco de la Fiesta Nacional del Trigo. “Si el gobierno no reacciona, el viernes al mediodía es el momento de anuncio de la medida”. Si no hay señales claras, el paro volverá a ponerse en marcha.