Los datos estadísticos tienen la capacidad de ser manipulados sin problemas por quienes los conocen y manejan a la perfección, como es el caso del titular del Anses Amado Boudou, un prolífero economista formado en el CEMA, cuna del liberalismo más ortodoxo en el país de donde salió, entre otros, el ex ministro de Economía Roque Fernández.

Así es como el joven que supo ganarse un lugar en el círculo más íntimo de Néstor Kirchner emite anuncios hipotéticos sobre los posibles aumentos que tendrán los jubilados con la implementación de la flamante fórmula que él mismo diseñó. Según sus cálculos, en 2009 el aumento en los haberes jubilatorios no debería ser inferior al 17 por ciento.

Lo extraño, es que con sólo sacar cuentas sobre los mismos datos que da se desprende que el aumento apenas si rondará el 10 por ciento, tal cual había adelantado La Política Online. Este medio, calculadora en mano, logró desgranar los datos con los que Boudou intentó justificar un aumento mayor al que será en realidad.

Según Boudou, el primer aumento que recibirán por jubilados en virtud de la nueva ley de movilidad tendrá "un piso del 11 por ciento" y será dado seguramente en marzo. En torno al segundo incremento, el funcionario dijo que la suba anual no puede ser inferior a los 17 puntos. Con lo cual, se estima que el segundo, que se otorgará en septiembre, rondará los 6 o 7 puntos.

Pero esa cuenta intencionada de sumar el 11 por ciento dado en marzo al 6 o 7 de septiembre para decretar un aumento en torno al 17 por ciento es claramente manipulada. Si se lo mide en términos de poder adquisitivo, lo que verdaderamente le importa a los jubilados, apenas si supera el 10 por ciento.

El cálculo

La cuenta es sencilla. Para hacer simple la situación, se puede tomar un sueldo redondeado en los $1.000. Si un haber de ese orden no recibiese aumento alguno, en 2009 hubiese acumulado un total de $13.000, sumado los dos medio aguinaldos. Es decir que, en este año que recién comienza, el dinero que tendría un jubilado con un haber de $1.000 mensuales contaría con $13.000 hasta fin de año.

Pero si se aplican las cifras del aumento estimado por Boudou, es decir $13.000 más el 17 por ciento anual, al año el mismo jubilado tendría $15.210 pesos para gastar. Sin embargo, esa suma será en definitiva de $14.559,65. ¿Por qué? Muy sencillo.

Si el aumento se da en primera instancia en marzo, en enero y febrero nuestro hipotético jubilado con un haber de $1.000 pesos seguirá recibiendo esa suma. En marzo recibiría el 11% anunciado por Boudou, por lo cual su sueldo entre marzo y agosto sería de $1.110 pesos y el medio aguinaldo de julio de $555.

En septiembre, recibiría un aumento de un 7 por ciento sobre los $1.110 pesos de haber. Así, su sueldo entre septiembre y diciembre sería de $1.187,70 y el medio aguinaldo final de 593,85, estimativamente.

El total para 2009, con los aumentos anunciados por Boudou, sería de $14.559,65, contra los $13.000 que hubiese recibido sin aumento. El incremento total, sería de entre 11 y 12 por ciento.

Fórmula japonesa

“El problema es esa fórmula que utilizan. Esa fórmula japonesa, donde mezclan recaudación impositiva y por otro lado la variación salarial” comienza su opinión Eugenio Semino, especialista en asuntos previsionales y Defensor de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires.

“Si se dan los dos guarismos que viene anunciando Boudou se comprobará es lo que había dicho (Sergio) Massa cuando se votó la ley. Por lo cual, da la sensación que se puso el número y después se armó la fórmula” especuló Semino, al recordar la frase del jefe de Gabinete cuando dijo: “Este Congreso tiene la facultad de remover al jefe de Gabinete. Si el año que viene la movilidad jubilatoria da por debajo del 18 por ciento, que me remueva del cargo”.

Según los datos que dio Semino a La Política Online, “en 2008 los aumentos a los jubilados fueron nominalmente el 14 por ciento, dos de 7, y cuando se lo compara anualmente –como la tarea que hizo La Política Online líneas arriba- llega al 11 por ciento. Si a ese aumento se lo expone contra el aumento promedio de un trabajador activo en el mismo año, que fue cercano al 25 por ciento, estás aumentando la brecha entre activos y pasivos, justamente lo que quiere hacer disminuir la movilidad”.

Finalmente, en sintonía con lo expuesto por el cálculo de este medio, el analista coincidió que el poder adquisitivo desmenuzado anualmente es mucho menor a la suma de los dos aumentos, y que además atenta “contra el aspecto sustitutivo que tiene un haber jubilatorio del sueldo de un activo”.