Los diputados de Cambiemos le pidieron a los auditores radicales impedir que la AGN se reúna antes del 3 de mayo, cuando el presidente del organismo, Ricardo Echegaray, declarará por la causa que investiga al empresario kirchnerista Lázaro Báez.
La nota fue dirigida a Luis Nieva y Jesús Rodríguez y firmada por Mario Negri, Nicolás Massot y Elisa Carrió, quien aprovechó la ocasión para pedir una vez más el desplazamiento de Echegaray, sólo que esta vez fue más lejos e inició una movida para reemplazarlo por Julián Domínguez.
La presidencia de la AGN le corresponde al partido político de mayor presencia opositora, o sea, al PJ. Sólo si no cumple los requisitos las autoridades de las cámaras pueden rechazarlo y es lo que no pudieron hacer en enero, pese a la presión de Carrió.
Pero Domínguez aclaró rápido que no está dispuesto a mudarse otra vez a Capital Federal. “Está otra vez haciendo política en la provincia de Buenos Aires y no quiere cambiar de rutina”, aclaraban en su entorno.
Su negativa no impedirá que la chaqueña insista en echar a Echegaray, ahora apoyada en su incursión judicial por la causa de Báez.
El empresario de la obra pública preferido del kirchnerismo está preso y procesado por presunto lavado de dinero y el juez Sebastián Casanello sospecha que la AFIP ignoró su “multimillonaria evasión tributaria”, según escribió en la resolución de ayer. Deberá aclararlo en Comodoro Py. Y resistir en la AGN.
