Gerardo Zamora se dejó de remilgos y se sacó la foto previa a la previsible que tendrá en algún momento con Mauricio Macri. El líder del Frente Renovador fue el atajo elegido por el caudillo santiagueño para reconvertirse de ultracristinista en “peronista racional”.

Zamora controla tres senadores nacionales –incluido él mismo- y siete diputados nacionales. Gracias a un manejo con puño de hierro de su provincia que incluía el armado de las listas “opositoras” se quedaba con toda la representación parlamentaria de Santiago del Estero.

Fue precisamente Massa quien en las pasadas elecciones logró perforarle el feudo al sacarle un diputado nacional, lo que motivó la furia del ex gobernador, que ahora el cambio de las circunstancias políticas obligan a tragarse. Exactamente lo mismo que hace el PRO con las denuncias de nepotismo y prácticas poco republicanas, como la persecución a la prensa, que antes agitaban sus diputados.

Fue Massa quien en las pasadas elecciones logró perforar el feudo de Zamora al arrebatarle la intendencia de La Banda y una diputación nacional.

Se entiende: Macri necesita como el agua –sobre todo- los senadores de Zamora. LPO ya había advertido luego de la primera vuelta que Zamora había tomado contacto con Macri, apelando a su vieja identidad radical, algo que negó el ex gobernador y se terminó confirmando. Y una vez consagrado presidente Macri, el santiagueño fue de los primeros cristinistas en llamarlo para felicitarlo y ponerse a disposición.

Ahora, con la ruptura del bloque de diputados kirchneristas, Zamora encontró la veta para sumarse como aliado al juego del nuevo polo peronista que intentan construir Massa, Urtubey, Mazzon y Gioja, cada uno jugando su rol por dentro y por fuera del PJ, pero con el objetivo común de detonar el liderazgo de Cristina.

No es casual que ayer también, Massa y Urtubey volvieron a posar juntos como lo hicieran en la cumbre de enero de Pinamar, sólo que esta vez con el entorno más folklórico del norte argentino.

Massa y Urtubey comparten una cena en el norte.

En el caso de Zamora, la excusa para una foto que apenas un par de meses atrás hubiera sido imposible, fue la Fiesta de la Salamanca, que se desarrolla en La Banda, Santiago del Estero, territorio que Massa le arrebató al ex gobernador.

El líder del Frente Renovador acompañó al intendente local Pablo Mirolo y la diputada nacional Mariana Morales, sus dirigentes en el feudo de Zamora que hacia tres elecciones que se quedaba con todos los legisladores. Mariana Morales es una meritoria dirigente política que logró su título de abogada estudiando por correspondencia, como destacó en su momento la propia ex presidenta Cristina Kirchner.

Rápido de reflejos, Zamora se tragó sus resquemores y asistió junto a su mujer, la gobernadora Claudia Ledesma Abdala, a la celebración.

En el entorno de Massa celebraro y se permitieron algunas bromas con la “casual” visita, que como era previsible terminó en una larga tenida entre Massa y el caudillo santiagueño.

"Esta celebración nos reúne y viene a ratificar lo que digo siempre, somos adversarios en lo político, pero nos podemos reunir en una fiesta para la gente", lo mortificó Massa, mientras desplegaba una amplia sonrisa.