Daniel Scioli empezó este mediodía la campaña para tratar de sumar en la segunda vuelta una parte de los cinco millones de personas que votaron ayer a Sergio Massa, en una conferencia de prensa donde dejó en evidencia la fractura con La Cámpora.

El candidato presidencial del FPV encabezó a la mañana una cumbre de urgencia en las oficinas del Banco Provincia del microcentro porteño junto a su equipo de campaña y el asesor norteamericano James Carvielle, donde se analizó la nueva estrategia para el ballotage.

Después de esa reunión, Scioli fue al hotel NH City y trató de mostrarse con “más fe y optimismo” que nunca, aunque se lo vio claramente golpeado y el clima general era de derrota. Incluso, los gritos de los militantes sciolistas dejaban a las claras el momento del gobernador: “fuerza”, “arriba”, fueron algunos de los mensajes.

El único kirchnerista puro que acompañó a Scioli fue Carlos Zannini, con un gesto más que adusto. No se vio por el NH a ningún integrante de La Cámpora, lo mismo que sucedió anoche en el estadio Luna Park, donde “la orga” no apareció. El ex motonauta estuvo acompañado por su equipo y algunos dirigentes como Julián Domínguez o Fernando Espinoza.

De esta forma se empieza a cristalizar la fractura entre el sciolismo por un lado, y Cristina y La Cámpora por otro. Además del desplante de anoche, Scioli evitó responder si había hablado con la Presidenta, aunque de sus palabras se desprendió que no lo hizo. Es por esto que todo indica que esa fractura se va a profundizar.

Esto se da en un marco de la encrucijada en que está Scioli y que fue tema central de la reunión con su equipo esta mañana. Es que el gobernador bonaerense necesita ir a buscar al votante peronista que no quiere a Cristina, pero se enfrenta al riesgo de que ante el mínimo despegue, empiece a sufrir el “fuego amigo”.

La necesidad de despegarse de Cristina ya le había sido advertida a Scioli por sus principales asesores políticos. LPO reveló semanas atrás que su equipo le mostró análisis cualititivos, focus group y encuestas que coincidían en que los únicos votos posibles de sumar eran los de peronistas anti K. Scioli no hizo caso, pero ahora el único camino que le queda es ese.

El mensaje de hoy Scioli dejó más que expuesta esa estrategia. El mandatario provincial pidió el apoyo de los votantes del Frente Renovador, de Progresistas y del espacio de Adolfo Rodríguez Saá, espacios donde según dijo se "prioriza el círculo celeste o blanco" y no "ese de la concentración (económica), de dejar librado el mercado, o las políticas de endeudamiento que tan mal nos hicieron a los argentinos".

El ex motonauta hizo más hincapié en las supuestas coincidencias con los votantes del massismo, que según él están "más cerca" del "progresismo" y el "campo nacional y popular". Al respecto, mencionó que recoge algunas ideas de Massa como las mejoras a las jubilaciones, el rol del Estado y la lucha contra el narcotráfico.

“Está mucho más lejano el votante del Frente Renovador de Macri que de nosotros. El problema lo tiene él no lo tenemos nosotros”, desafió Scioli, que se mostró confiado para la segunda vuelta: “No hay dos sin tres, ganamos las PASO, ganamos ayer, vamos a ganar el 22 de noviembre”.

Finalmente, Scioli trató de tomar -aunque mínimamente- distancia del kirchnerismo y anunció que acepta un debate con Macri, en lo que no es más que una autocrítica implícita a su actitud previa a la elección de ayer.