Bajo una lluvia torrencial, una multitud protagonizó una marcha histórica desde el Congreso hacia Plaza de Mayo para pedir justicia por Alberto Nisman, el fiscal que fue hallado muerto en su departamento hace un mes, tres días después de denunciar a Cristina Kirchner por presunto encubrimiento de los iraníes acusados de volar la Amia.

La Policía Metropolitana calculó 400 mil personas, a quienes se sumaron millares de personas que salieron a la calle en las principales ciudades del país.

Liderados por Guillermo Marijuán, los fiscales federales que convocaron a la marcha llegaron antes de las 18 a la plaza de los dos Congresos. Se ubicaron en un corralito en forma de pasarela que armaron con vallas alrededor del monumento a Estrada, frente al teatro Liceo.

José María Campagnoli fue el más aplaudido por los manifestantes, la mayoría con banderas argentinas o carteles con la frase "Todos somos Nisman" y Nisman, mártir del pueblo argentino".

"Los K tienen un pacto con el diablo", decía una señora mientras observaba la nube negra que asomaba detrás de la cúpula del Congreso. Aunque llegó gente de todas las edades, la mayoría era de más de 45 años.

La mayor parte de la gente llegaba a la plaza del Congreso desde Avenida Callao, tanto, que a las 17 quedó atascada y con el tránsito casi cortado. Se sumaban las corridas habituales en las previas de las lluvias.

A las 17.50 llegó a las cercanías del teatro Liceo Sandra Arroyo Salgado, jueza de San Isidro y ex esposa de Nisman, quien llegó junto a sus dos hijas. Luego arribó Sandra Garfunkel, madre del fallecido fiscal. Los primos de Nisman también se ubicaron en la cabecera. 

La marcha de los paraguas

Justo a las 18, cuando estaba programado el inicio de la marcha a Plaza de Mayo, se largó una lluvia intensa que obligó a la gente a sacar los paraguas, que pronto colorearon las postales aéreas de la movilización.

Mientras miles de manifestantes se guarecieron bajo las cornisas y toldos avenida de Mayo para ver a los fiscales, los más previsores portaron pilotos. “Es una bendición”, bromeaban quienes no tuvieron otra opción que empaparse hasta el final de la marcha.

Para protegerse de la multitud, los fiscales contaron con la ayuda de laderos de Pablo Moyano, vestidos con remeras negras con la frase "marcha del silencio" y abogados a hacer un cerco que protegiera a los magistrados. La cabecera la comandaron los fiscales José Campagnoli, Guillermo Marijuán, Carlos Rívolo, Carlos Stornelli, Luis Cevasco y Carlos Donoso Castex. Entre ellos se mezcló Julio Piumato, líder de los judiciales y cercano a Moyano.

La movilización de la gente no fue del todo ordenada: algunos partieron desde el Congreso pero su camino era entorpecido por quienes ya circulaban por Avenida de Mayo. Muchos optaron por esperar en la plaza de Mayo, donde alrededor de las 18.30 el silencio le dio lugar a un grito de ¡Justicia! o ¡Nisman presente!. Incluso los manifestantes se refirieron al fiscal difunto como un mártir (ver foto).

Allí llegaron los fiscales y familiares después de las 20 y allí permanecieron, mientras la gente coreaba las estrofas del himno. El gremio de judiciales improvisó un escenario sobre un camión, pero no era fácil abrir paso para los fiscales.

Piumato fue el único orador de la jornada desde el palco que les armaron a los fiscales en Plaza de Mayo. El sindicalista pidió un minuto de silencio en memoria de Nisman. Es que era tanta la multitud que cuando la columna principal llegó al frente de la Casa Rosada, que los últimos de la fila quedaron cerca del Congreso.

Más allá de la presencia de dirigentes de la oposición y un puñado de pancartas contra Cristina Kirchner, la marcha careció de consignas políticas como la de los cacerolazos contra el Gobierno que se sucedieron en los últimos tres años.

Los fiscales se encargaron de diluir la presencia de los dirigentes políticos, que no podían entrar al cerco que armaron los laderos de Moyano.

En el resto del país

La marcha se repitió en otros puntos de Argentina, como la Quinta de Olivos, donde los manifestantes cantaron el himno y aplaudieron al grito de ¡Argentina!.

En La Plata, una multitud cubrió la plaza Moreno, frente a la Municipalidad y a la Catedral. Desde allí partieron a la sede de la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires.

En Mar del Plata la concentración fue en la plaza San Martín, sobre avenida Luro y en dirección a la costa. La policía local estimó 50 mil personas presentes. 

En Pinamar, los turistas se concentraron en el cruce de las avenidas Bunge y Libertador hacia el mar, donde cantaron el himno. 

En Rosario la convocatoria fue a las 19 en el monumento a la bandera, para partir desde allí a la peatonal córdoba hasta al subsede de la Gobernación que hay en esa cuidad.

En Córdoba es todo más desordenado, porque no hubo convocatorias formales y la gente comenzó a concentrase en distintos puntos de la ciudad.

En Mendoza hubo se movilizaron 5 mil personas en el kilómetro cero de la capital, aunque media hora antes unas 500 personas ya se habían reunido en esa tradicional esquina de Peatonal y San Martín, en pleno centro capitalino.

“Mendoza no más silencio”, “Todos somos Niman” y "#18F Basta de muertos en democracia", fueron algunas de las leyendas que podían observarse en los carteles que los manifestantes llevaron, junto a decenas de banderas argentinas, con cintas negras en señal de luto.  

En San Luis la marcha la encabezó el gobernador Claudio Poggi, al frente de una columna de más de tres cuadras en torno a la plaza Pringles.

En Tierra del Fuego, la marcha fue en las dos principales ciudades: Ushuaia y Río Grande, donde marcharon alrededor de la plaza Almirante Brown y luego se dirigieron hacia el juzgado federal, donde se cantó el himno y se colocó la bandera a media asta.

La manifestación de Ushuaia comenzó en la esquina de San Martín y Guaraní, para confluir en la Casa de Gobierno de la Provincia.

En Chubut, una de las provincias más pequeñas, miles de personas salieron a pedir justicia en Comodoro Rivadavia y Trelew, donde exigieron la “independencia de poderes”, al cumplirse un mes de la muerte del fiscal Alberto Nisman.