Cristina Kirchner festejó hoy el aumento de la jubilación mínima como una gran logro para el sector previsional: se trata de la suba más alta desde la aplicación de la Ley de Movilidad Jubilatoria, que será de 18,26% y llevará la cifra mensual de $3231 a $3821 pesos.

Pero al estudiar cuidadosamente los aumento desde 2001 y compararlos con la suba en el costo de vida desde el mismo año, los datos muestran otra realidad: con la mínima a 3821 pesos, los jubilados recién superarán este año, en términos relativos, la inflación acumulada de la Canasta Básica Alimentaria, que incluye los productos básicos que necesita una persona para no caer en la indigencia.

Es decir, solamente con la suba de la jubilación mínima que Cristina anunció hoy –y recién se aplicará en marzo- se garantizará que los jubilados tengan más poder adquisitivo que en 2001.

De los 154 pesos que necesitaba una un adulto promedio en 2001 para no caer bajo la línea de la pobreza, se pasó a 2871 pesos en julio de 2014. Se trata de un aumento de 1942 por ciento, según los números de la Dirección de Estadística y Censos porteña. En cambio, el aumento en la jubilación mínima hasta septiembre de ese año, acumulado desde 2001, era de 2054%, lo que resultaba en una paridad entre las subas de las jubilaciones y el costo de vida entre los dos años.

Recién con el aumento del 18,26% que anunció Cristina se espera que las jubilaciones superen el costo de vida. De todos modos, la suba se efectivizará recién en marzo por lo que habrá que esperar a la próxima publicación del costo de la Canasta Básica y comparar si la inflación no volvió a comerse el aumento de hoy.

La Canasta de la Tercera Edad

Existe también otra índice que muestra la delicada situación de los jubilados: la Canasta de la Tercera Edad, desarrollada por Eugenio Semino desde la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires.

La canasta, que tiene una conformación de productos específica para jubilados, tiene un costo sensiblemente mayor que la del adulto promedio. Según explicó Semino a LPO, incluye “tres medicamentos con descuentos de PAMI para enfermedades crónicas y alimentos hiposódicos e hipocalóricos”, entre otras particularidades.

La versión más costosa de esta canasta alcanza los 6000 pesos para jubilados que viven solos, pero pasa a 4200 pesos para casos en los que vivan en pareja o en hogares compartidos.

Las cifras son claras: aún con el aumento de marzo a $3821 pesos, las jubilaciones quedan por debajo de la Canasta para la Tercera Edad.