La economÃa argentina perderÃa este año más de u$s 6.700 millones por la caÃda de la producción y de las cotizaciones de los complejos de soja, maÃz y girasol, cultivos que no sólo se vieron afectados por la intempestiva aparición de plagas como la chicharrita, sino además por la caÃda de los precios internacionales, que depreciaron el valor de la cosecha 2023/24.
Un informe elaborado hoy por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), al que tuvo acceso LPO, muestra que la pérdida del valor FOB de la cosecha de soja a fin de abril alcanzó los u$s 2.850 millones, mientras que en el maÃz llegó a u$s 2.743 millones. Con lo cual la caÃda para ambos complejos desde la fecha de siembra hasta ahora representa u$s 5.593 millones.
A ese número se le suma el que hoy difundió la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), en su informe de cierre de campaña de girasol, el cual indica que la reducción de los precios del complejo girasolero, junto a la caÃda de la producción, generarÃa que la economÃa argentina reciba un 46% menos en comparación con la campaña anterior, con un total de u$s 1.186 millones.
De esta manera empieza a desvanecerse la esperanza del gobierno nacional de contar con un abultado flujo de agrodólares a partir del segundo trimestre, que le permitirÃa aliviar la escasez de divisas.
Este menor ingreso de divisas no sólo serÃa por efecto de una caÃda de los volúmenes de producción, sino también por un fuerte ajuste de precios, que representa una "gran preocupación", dijo Tomás RodrÃguez Zurro de la Dirección de Estudios Económicos de la BCR. De hecho, según los cálculos de la entidad rosarina, la cosecha de soja todavÃa se mantiene sin demasiados recortes entre 51 y 50 millones de toneladas. En cambio, en término de cotizaciones, los números son otros. El valor FOB de la soja a la hora de embarcar la cosecha era de u$s 476 la toneladas y a abril hoy se ubica en u$s 419. "Sólo por el ajuste de precio hay u$s 2.850 millones menos", apuntó RodrÃguez Zurro.
Esto explica la ralentización de las ventas del complejo sojero, que además están demoradas porque la cosecha viene muy retrasada debido a las lluvias de las últimas semanas. "En la zona núcleo se levantó el 60% de la soja, el nivel más bajo para la fecha de los últimos ocho años", indicó la Guia Estratégica para el Agro (GEA).
"Los productores de soja están vendiendo, pero en forma muy cautelosa a la espera de que los precios puedan llegar a mejorar", aseguró el economista Julio Calzada titular de la Dirección de Estudios Económicos de BCR y esto se ve reflejado en los puertos. "Los exportadores plantean que no tienen problemas de cupos, es decir que los camiones están llegando con relativa normalidad a las terminales, porque el contexto de bajos precios provocó que la comercialización sea lenta", agregó.
También acá juega la especulación del productor y su situación financiera. "Están muy cautos, aunque los precios en el mercado interno mejoraron algo después del peor momento que fue marzo", apuntó el especialista en mercados granarios, Dante Romano, también docente de agronegocios en Universidad Austral. Eso ocurre porque los que tienen deuda en pesos están esperando una devaluación o aceleración del crawling peg para vender. "Entienden que se necesita una corrección del tipo de cambio ante un escenario de revaluación del dólar y devaluación en Brasil", agregó.
En el caso del maÃz, se pronosticaba llegar a las 57 M/tn en este ciclo, pero la intempestiva aparición de la chicharrita, un vector que transmite la plaga de spiroplasma, la ubicó en 50,5 M/tn.
Al girasol tampoco le fue mejor. La producción total nacional cerró en a 3,6 M/tn un 21,7 % por debajo del volumen alcanzado el ciclo anterior, informó la BCBA. La pérdida de u$s 1.186 millones de este complejo, representarÃa además u$s 196 millones de recaudación fiscal y u$s 659 millones menos de exportaciones
"Se esperaba para soja y maÃz producciones récord, pero fueron apareciendo problemáticas diversas como exceso de calor en febrero, la chicharrita y la caÃda de los precios internacionales debido a buenas campañas en el mundo que afectan las cotizaciones", detalló Calzada. La sequÃa quedó atrás, pero pasaron cosas.
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La fortaleza del dólar producto de las altas tasas de interés de USA hace que los precios de las materias primas agrícolas sean menores en dólares.
Además, hay que reconocer que el gobierno estimuló fuertemente nuestras exportaciones al devaluar un 118% en diciembre de 2023. Sin embargo, a partir de esa fecha hasta hoy, el tipo de cambio se deslizó suavemente un 2% mensual y los precios aumentaron un 90% en cinco meses.
Un tipo de cambio apreciado ayuda a moderar los precios y, aparentemente, el gobierno apuesta a eso.
Gracias a la corrección del tipo de cambio se han logrado acumular reservas y aumentar el activo en dólares con compras netas de divisas por parte del banco central y, además, la política de tasas decrecientes en pesos hizo caer bastante los pasivos remunerados de la entidad monetaria.
El patrimonio neto sigue en terreno negativo, pero mejoró en USD 22.500 millones, según una consultora de la city.
En síntesis, acumular reservas en el BCRA, lograr el equilibrio fiscal en 2024, sostener el proceso de desinflación y rezarle a la santa soja y al santo maíz son los principales objetivos del gobierno.
Maldito kirchnerismo. Perdió las elecciones y sin embargo nos sigue arruinando la vida.
"los que tienen deuda en pesos están esperando una devaluación o aceleración del crawling peg para vender. "Entienden que se necesita una corrección del tipo de cambio ante un escenario de revaluación del dólar"
Qué bueno que los terratenientes siempre se la jueguen por el país y piensen primero en el beneficio colectivo, como todo buen empresario.