Por caminos separados. Así transitan la campaña y el recorrido a las urnas los dos peronismos en Córdoba: el albertista, con la lista del Frente de Todos encabezada por Carlos Caserio y Martín Gill; y el armado schiarettista, con Alejandra Vigo y Natalia de la Sota, al tope de la boleta cordobesista.

Sin embargo, hoy hubo un encuentro "institucional" -según calificaron fuentes de Nación y Provincia- en Villa María, donde el gobernador Juan Schiaretti inauguró un puente en un acto que contó con la presencia de Gill, el primer candidato del tramo a Diputados de la lista del FdT. Abrazo, saludo cordial y gestos en redes sociales como así también a la hora de declarar por parte de ambos, lo que generó más de una mirada de reojo a la distancia de los compañeros de lista de Gill, entre los que se cuentan, además de Caserio, la concejala y exmujer de José Manuel de la Sota, Olga Riutort, los dos encargados de lanzar un mensaje más duro en contra de la administración schiarettista.

En el mismo día en el que presentó su renuncia como Secretario de Obras Públicas, tras la 'cláusula Rossi' que terminó con varios funcionarios-candidatos fuera del Gobierno, Gill recibió la invitación del gobernador cordobés y decidió asistir a Villa María. Sabiendo que iba estar, no solo el primer mandatario provincial, sino también el exintendente de la ciudad del sudeste provincial y actual candidato a senador schiarettista, el actual ministro de Industria, Eduardo Accastello.

De hecho, en las declaraciones que hizo Gill hubo un tiro por elevación a Accastello, quien fue su antecesor en el municipio, con el que mantiene una distancia y quien en sus tiempos de intendente tuvo profundas diferencias no solo con Schiaretti, sino también con De la Sota.

"Desde mi gestión como intendente me tocó restablecer una relación institucional con el gobierno de Córdoba, después de casi una década donde no había existido una relación institucional. Y hoy desde el Gobierno nacional me tocó poder trabajar fuertemente para dar vuelta esa página de desencuentros entre Nación y Provincia", manifestó Gill.

En tanto, en sus redes, Schiaretti sostuvo acerca de la inauguración del puente urbano Brigadier General Juan Bautista Bustos: "siempre es bueno hacer puentes. Y este puente es la expresión del progreso y la unión de Villa Nueva y Villa María", destacó sobre la obra que cuenta con una inversión de 193 millones de pesos.

Al margen de los mensajes, en un día marcado por las renuncias, distintas fuentes reconocieron a LPO que se aguarda una reunión de Gill con el Presidente, pero que el cordobés ya había tomado la decisión el lunes pasado, previo al episodio con Agustín Rossi.

Y hay, además, quienes reconocen que la intención del ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, era conservar esta estructura del ministerio.

De todas maneras, de existir luz verde a la renuncia de Gill, el villamariense retornará a la intendencia en su localidad, donde en las últimas horas se conoció que había dos concejales de su bloque que decidieron trabajar en la lista de Schiaretti.

Por último, como se dijo antes, el tono ameno en el encuentro del candidato de Nación con el gobernador cordobés fue motivo de conversación en los grupos de WhatsApp del FdT. Aunque, hay albertistas que reconocen que el propio Gill había dejado en claro cuál iba a ser su perfil en la campaña: "va a profundizar las promesas incumplidas de la gestión de (Mauricio) Macri con Córdoba y destacará lo realizado en materia de infraestructura sanitaria desde su Secretaría", dijeron en el entorno de un Gill moderado a este medio.

El rol de cruzar a Schiaretti está asignado para Caserio y Riutort, quienes, en sus recorridas por el interior y Capital, respectivamente, ya marcaron diferencias con el peronismo como eje.