La vicepresidente de Estados Unidos Kamala Harris estuvo este viernes en la ciudad texana de El Paso, fronteriza con México, como parte de su misión para gestionar la crisis migratoria que ha sido el principal foco de críticas de los republicanos hacia la administración Biden, producto de la llegada récord de centroamericanos tentados por la promesas del demócrata de un sistema migratorio menos draconiano que el durante la gestión Trump.

En conferencia de prensa, Harris dijo este mediodía que la situación era "difícil" y requerirá más trabajo. "Estoy contenta de estar aquí. Siempre fue el plan venir aquí", dijo Harris a los periodistas, y agregó que el viaje tenía como objetivo "observar los efectos de lo que hemos visto que está sucediendo en Centroamérica".

Durante la visita, Harris se reunió con varias niñas, todas de entre 9 y 16 años, que actualmente se encuentran detenidas en las instalaciones de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza . "Las historias que escuché hoy refuerzan la naturaleza de las causas fundamentales de la migración", dijo Harris. "Resolver la situación va a requerir de un enfoque integral que reconozca cada parte de esto". Además, Harris se reunió con varias organizaciones religiosas, proveedores de refugios y servicios legales.  

Harris ha hecho todo lo posible para distanciarse de la crisis, escondiéndose detrás de términos como 'causas fundamentales' para escapar del escrutinio y la crítica

Durante la reunión, la vicepresidente de EEUU dijo que la administración de Biden había "heredado una situación difícil" en la frontera. "En cinco meses, hemos avanzado", dijo. "Todavía hay más trabajo por hacer, pero hemos avanzado".

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Incluso cuando la visita a la frontera estaba en curso, varias figuras republicanas continuaron criticando su manejo de la crisis fronteriza. Algunos dijeron que creían que su elección de visitar el tramo fronterizo El Paso-Ciudad Juárez no reflejaba la forma en que la crisis migratoria ha afectado a muchas comunidades estadounidenses a lo largo de la frontera.

"Si bien es ciertamente positivo que esté dando este paso, estoy decepcionado de que no vaya al Valle del Río Grande , el epicentro mismo de esta crisis", dijo Chad Wolf, secretario interino de Seguridad Nacional bajo Trump en un comunicado. "En cambio, se va a El Paso, un área metropolitana a 1,000 millas del Valle", añadió.

Mark Morgan, ex comisionado interino de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza dijo en un comunicado que Harris "ha hecho todo lo posible para distanciarse de la crisis, escondiéndose detrás de términos como 'causas fundamentales' para escapar del escrutinio y la crítica. Es triste que haya sido necesario que el ex presidente Donald Trump anunciara una visita a la frontera para finalmente obligar a Harris a que fuera", dijo Morgan.

Casualidad o no, el viaje se produjo después que el gobernador de Texas, Greg Abbott, anunciara que visitaría la región fronteriza la próxima semana junto al ex presidente Donald Trump y un grupo de miembros republicanos del Congreso, quienes acusan a Biden de implementar una política de "fronteras abiertas".

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Sin embargo, al hablar con reporteros en una conferencia telefónica justo antes de la visita del viernes, Symone Sanders, portavoz principal del vicepresidente, dijo que el viaje de Kamala no fue el resultado de las críticas de los republicanos o el anuncio de Abbott.

"Este gobierno no se inspira en las críticas republicanas ni en el ex presidente", dijo Sanders. "Este viaje tiene como propósito seguir conociendo las causas que provocan la migración, y la estrategia para abordar este fenómeno será dada a conocer en las próximas semanas", prometió.