La nueva conducción de la UIA arrancó con el pie izquierdo en su vÃnculo con el Gobierno. Entre los funcionarios nacionales "cayó muy mal" que Daniel Funes de Rioja hiciera hincapié en las crÃticas, los reclamos y las diferencias con el Gobierno y omitiera mencionar la decena de programas desplegados por el equipo de Alberto Fernández para evitar que la mortalidad de empresas se potenciara con la pandemia.
En efecto, el Gobierno atraviesa un momento de baja popularidad y la falta de reconocimiento de parte de las flamantes autoridades de la UIA cayó como un balde frÃo. A la vista del despliegue de créditos subsidiados, transferencias directas como el ATP y programas de asistencia para mitigar el impacto de la pandemia en el sector, la omisión les pareció dolosa y polÃticamente dirigida.
"Cayó muy mal que tanto en la asunción como en sus primeras declaraciones públicas el nuevo titular se centró en crÃticas y reclamos a la gestión y no hubo ni un solo reconocimiento de todas las medidas que se tomaron para ayudar a la industria, muchas fruto del diálogo y el trabajo conjunto con la conducción anterior. Da toda la impresión de que la nueva conducción persigue intereses meramente polÃticos y no un objetivo de proteger los intereses de la industria", confió a LPO una fuente oficial.
MatÃas Kulfas fue el primero en tomar distancia. Ya antes de que el martes 8 pasado, Funes de Rioja asumiera formalmente al frente de la UIA habÃa señalado que estaba en desacuerdo con su enfoque para la industria. Con más énfasis, Ignacio de Mendiguren, eterno dirigente de la UIA y hoy presidente del Banco de Inversión y Comercio Exterior, lo criticó por haberlo desplazado de la lista de unidad y responder a los intereses de una fracción de los industriales: "No sabe distinguir un bulón de una tuerca", disparó en declaraciones televisivas.
En plena reunión de la UIA, De Mendiguren denunció que fue vetado por Paolo Rocca
Tras su asunción, en una conferencia de prensa virtual, Funes de Rioja remarcó que con el Gobierno hubo siempre vocación de diálogo incluso cuando desde la UIA se opusieron al "triple cepo laboral" (prohibición de despedir, prohibición de suspender y doble indemnización). Además, enfatizó que van a seguir dialogando con el Gobierno para llevar propuestas y "no solo reclamos".
Asà y todo, omitió ponderar o mencionar las múltiples asistencias al sector con lÃneas especiales para parques industriales, los subsidios a las empresas, un programa de desarrollo autopartista, acceso casi exclusivo al dólar oficial, y más recientemente la capitalización de una industria emblema del Interior como IMPSA, solo por mencionar algunas.
En este sentido, el desplante fue para el Banco Central y para el Secretario de Industria, Ariel Schale, mano derecha de Kulfas. Este medio se comunicó con el Ministerio de Desarrollo Productivo por este motivo y prefirieron no aportar comentarios al respecto.
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Las narraciones del sector industrial, creador de empleos blablabla ya no convencen a nadie, ni a ellos mismos. Tal vez hagan falta nuevos relatos...y nuevas dirigencias.
Los empresarios almaceneros argentinos demostraron una vez más su chatura absoluta en cuanto a su falta de visión estratégica. El tema es hacer negocios con el gobierno de turno.
Mercadolibre no produce nada. Es una empresa de servicios, no industrial.
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Que un pais crezca no quiere decir que su gente viva mejor