La mayoría oficialista del Senado aprobó este miércoles la reforma de Ganancias para las sociedades comerciales, con un incremento en la alícuota para las empresas de mayores ingresos y una reducción al resto, que Cambiemos consideró insuficiente y votó en contra.

El proyecto tuvo varios cambios durante su tratamiento en Diputados y fue el segundo que envió el ministro de Hacienda Martín Guzmán luego que los líderes oficialistas lo obligaran a revisar su primera versión. 

Se mantuvo su esquema progresivo, con te escalas de pagadores, pero se elevaron los montos de referencia y se volvieron a subir cuando el proyecto se debatió en el recinto de la Cámara baja. Para evitar nuevas tensiones con el Congreso, Guzmán participó de la sesión del Senado y aplaudió la sanción de la ley. 

Según el esquema que entrará en vigencia, las empresas que ganen hasta 5 millones de pesos anuales pagarán 25%, 5% menos que en 2020 pero lo mismo si hubiese estado vigente la reforma tributaria de 2017, que contemplaba esa alícuota para todas las empresas este año. 

Martín Lousteau. 

LPO/ Juan Carlos Casas.

El tramo de Ganancias de entre 5 y 50 millones se gravará con un 30% y sólo las rentas superiores tributarán un 35%. Bajará de 13% a 7% el gravamen al reparto de dividendos, un artículo criticado durante el debate en comisión por el oficialista Oscar Parrilli, quien volvió a marcarle la cancha a Guzmán. "Deberíamos ir avanzando en otros aspectos si queremos recaudar impuestos y sobrellevar la pandemia". 

De este modo, según calculó el senador oficialista Carlos Caserio, el 72% de las empresas pagarán menos que en 2020, mientras que entre el segundo tramo de contribuyentes, los que ganan más de 5 millones, sólo aportarán el 5% de la recaudación. 

Hay 5400 empresas que tienen ingresos de más de 50 millones y aportarán el 95% de los nuevos ingresos que tendrá el fisco. Pero tan sólo 569 representan la mayor parte de la recaudación, cercan a 50 mil millones de pesos.

Y hay 5400 empresas que tienen ingresos de más de 50 millones y aportarán el 95% de los nuevos ingresos que tendrá el fisco. Pero tan sólo 569 representan la mayor parte de la recaudación, que la oficina de presupuesto calculó en torno a los 50 mil millones de pesos, similar al costo de haber eximido de Ganancias a empleados con hasta 150 mil pesos de ingresos.

"No es un castigo para las empresas, sino un sistema progresista que se actualizará con un ajuste por inflación determinado por la suba de precios", defendió la ley Caserio. 

Para Cambiemos, la ley ahuyentará la inversión. "Tenemos un 106% de presión tributaria. Lo que estamos haciendo es un salvavida de plomo para que las empresas sigan creciendo", protestó Roberto Basualdo.

Anabel Fernández Sagasti.

"Este proyecto es un aumento de la presión tributaria sobre el aparato productivo, es cierto que hay algunas compañías que van a pagar menos, otras parecido o un poco más, pero las que van a pagar bastante más son dos terceras partes de las ventas totales", completó el radical Martín Lousteau.

El economista reclamó que Ganancias se centre más en personas que en empresas, para de ese modo no desalentar la inversión. El cierre estuvo a cargo de Anabel Fernández Sagasti.

"Estamos dando un paso muy importante en la sostenibilidad de nuestra economía y en la justicia tributaria. Vamos a poner una mayor carga tributaria a una minoría para promover un alivio en la mayoría de las empresas de la Argentina", señaló.

"Soy optimista porque no me resigno a que no podamos hacerle entender a los grandes empresarios que no es a costa de la mesa de los argentinos que van a aumentar las ganancias. Sino que es a costa de la mejora en la tecnología y en su producción podrán ganar más. No puede ser que tengamos en este congreso a personas que defiendan a los que se abusan de la mesa de los argentinos. ¿De qué estamos hablando? de 530 empresas que pueden pagar más", se indignó.