La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, enfrenta críticas por parte de la oposición republicana por reírse de una pregunta sobre la creciente crisis migratoria en la frontera con México, situación por la que responsabilizó a la pasada administración Trump, que dijo les dejó una "situación muy desafiante".

Hablando este lunes con periodistas cerca del Air Force One, se le preguntó a Harris, la primera persona afroamericana, sudasiática y mujer en ocupar el cargo de vicepresidente, si "planea visitar" la frontera, donde los funcionarios estadounidenses están lidiando con un aumento en migrantes centroamericanos, en particular menores no acompañados.

"Hoy no", respondió Harris, quien lanzó una carcajada. "Lo he hecho antes y estoy seguro de que lo volveré a hacer".

Su respuesta provocó rápidamente una respuesta airada de los políticos republicanos. "Mientras que la vicepresidente Harris se ríe de una crisis humanitaria de proporciones épicas, los republicanos se centran en asegurar la frontera y responder a las necesidades de nuestros agentes de la Patrulla Fronteriza en el frente", tuiteó el lunes por la noche el congresista Kevin McCarthy, un republicano de California y líder de la minoría de la Cámara de Representantes.

De manera similar, otra republicana, la congresista de Arizona, Debbie Lesko, expresó su indignación por los comentarios de Harris. "Primero, la Administración Biden se negó a admitir que la situación en la frontera es una crisis, ahora Kamala Harris piensa que esto es un tema gracioso", dijo. "No es motivo de risa que las comunidades fronterizas estén inundadas de inmigrantes ilegales".

Otro miembro republicano del Congreso de Arizona, Andy Biggs, dijo que los comentarios de Harris eran "indignantes" y demostraban "un desprecio frívolo por las vidas y los medios de subsistencia estadounidenses que se ven afectados negativamente por el aumento de inmigrantes ilegales en nuestra frontera".

Funcionarios de Biden viajan México y Guatemala en medio de las tensiones en la frontera 

La administración de Biden ha recibido duras críticas en los últimos días con respecto a su manejo de la afluencia de migrantes en la frontera mexicana. El lunes, Henry Cuellar, un demócrata de Texas, publicó imágenes que muestran una instalación abarrotada en la que se encuentran detenidos migrantes, incluidas familias con niños, en Donna, Texas. La vicepresidenta Harris, por su parte, dijo que la administración anterior los "dejó con una situación muy desafiante".  

Mientras que la vicepresidente Harris se ríe de una crisis humanitaria de proporciones épicas, los republicanos se centran en asegurar la frontera y responder a las necesidades de nuestros agentes de la Patrulla Fronteriza en el frente

"Tenemos que tratar este tema de una manera que refleje nuestros valores como estadounidenses y hacerlo de una manera justa y humana", dijo. "Tenemos que afrontar el momento. Hay que trabajar mucho para eso y esperamos tener éxito, pero va a requerir mucho trabajo ".

A pesar de los desafíos, los funcionarios de la administración Biden aún evitando referirse a la situación como una "crisis".

"Los niños que se presentan en nuestra frontera y que huyen de la violencia, que huyen de la fiscalía, que huyen de situaciones terribles, eso no es una crisis", dijo a la prensa la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki. "Creemos que es nuestra responsabilidad abordar con humanidad esta circunstancia y ponerlos en condiciones que sean seguras".

Psaki agregó que la Casa Blanca espera tener una actualización "en los próximos días" sobre cuándo se permitirá a los medios de comunicación visitar las instalaciones en las que se aloja a los migrantes. "Estamos trabajando para finalizar los detalles. Estamos trabajando con el Departamento de Salud y Servicios Humanos y también con el Departamento de Seguridad Nacional para garantizar la privacidad y asegurarnos de que estamos siguiendo los protocolos de Covid", dijo. "Seguimos comprometidos con la transparencia".