La cancillería pidió no sancionar la ley de etiquetado frontal de alimentos que promueve Ginés González García y fue aprobada casi por unanimidad por el Senado y negociar una regulación común con Brasil que permita sostener el intercambio comercial.

Como había anticipado LPO, fue un planteo que llevó el secretario de Relaciones Económicas Internacionales Jorge Neme al primer plenario de comisiones de Diputados sobre el proyecto, que de esta manera entró en un limbo y será difícil que se sancione este año.

"Argentina exporta 1500 millones de dólares a Brasil de alimentos envasados y la armonización de las normas es un tema clave", reclamó Neme y apuntó que el etiquetado del vecino país comenzará a aplicarse dentro de dos años y no es una ley sino una resolución de un organismo.

"Contempla la posibilidad de flexibilizarse para armonizar con el Mercosur y fue el resultado de 6 de interconsultas entre actores públicos y privados. La palabra complementar que figura en el proyecto aprobado en el Senado no resuelve la disyuntiva", consideró.

Argentina exporta 1500 millones de dólares a Brasil de alimentos envasados y la armonización de las normas es un tema clave. Si vamos a una ley, no será posible. 

La regulación brasileña es bien diferente a la que aprobó el Senado. Mientras en ese país la etiqueta con los nutrientes críticos de los alimentos y bebidas analcohólicas podrá figurar en forma de lupa, invisible para el consumidor, la ley que debate el Congreso exige un sello en octógonos de bordes negros y letras blancas que ocupe el 5% de la superficie de la cara principal del envase.

Los nutrientes críticos que define son "el exceso" en "azúcares", en "sodio", en "grasas saturadas", en "grasas totales" y en "calorías", con los límites son definidos con los parámetros de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Neme es tucumano, la provincia que más resiste la ley por la presión de 15 ingenios azucareros. De hecho, sus dos senadores fueron las únicas que votaron en contra en la Cámara alta. Y sus palabras desorientaron a los diputados de Cambiemos, que imaginaban un respaldo pleno del Gobierno a la ley y escucharon nada menos que a la cancillería pedir que se archive para siempre.

Evalúan modificaciones a la ley de etiquetado frontal que aprobó el Senado

De hecho, en el plenario de las comisiones de Legislación General, Salud y Comercio, coordinado por la presidenta de la primera de ellas Cecilia Moreau, expusieron otros funcionarios para reclamar la rápida sanción de la ley, ajenos a los planteos de Neme. 

La diputada radical Brenda Austin.

Tal fue el caso de la secretaria de Comercio Interior Paula Español, la presidenta del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales Victoria Tolosa Paz, el subsecretario de Agricultura familiar Marcelo Aló y Arnaldo Medina, secretario de Calidad en Salud, que sustituyó a Ginés.

Cuando uno produce en un país y tiene que enviarlo a otro, tiene que adaptar su etiqueta a lo que el país destinatario le exige. No es un obstáculo comercial. 

"No me queda claro que haya una homogeneidad entre los funcionarios del Ejecutivo", advirtió la radical Brenda Austin, autora de una iniciativa de etiquetado que también está incluida en el debate. 

"Cuando uno produce en un país y tiene que enviarlo a otro, tiene que adaptar su etiqueta a lo que el país destinatario le exige. Ocurre también con los productos genéticamente modificados. Ocurre hoy con las regulaciones sobre gluten que son distintas y eso no es un obstáculo para el intercambio comercial", replicó. Y citó varias normas del Mercosur que habilitan a los países a legislaciones sanitarias.

A Neme no le alcanzó. "No está en juego la capacidad de resolver de cada país, sino la integración. También hay reglas del Mercosur de 2006 y 2007 sobre etiquetado que se pueden discutir. Pero si vamos a una ley, no hay discusión posible", insistió.

No tardó en respaldarlo Pablo Yedlin, tucumano y presidente de la Comisión de Salud. "Nadie se tiene que ofender porque haya diversidad de opiniones. La cuestión del Mercosur debe considerarse", consideró. El debate se retomará el próximo viernes. Y no parece fácil que termine pronto.