El Gobierno nacional dio por perdida la elección del nuevo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que se realizará este sábado y desistió de presentar a Gustavo Béliz como el único rival del postulante de Donald Trump, Mauricio Claver-Carone.

El asesor estratégico de Alberto Fernández no logró juntar los votos necesarios para que al menos Claver-Carone no consiguiera el quórum.Argentina anunció en la noche de este jueves que se abstendrá de votar el sábado e invitó al resto de los países del continente a hacer lo mismo, aunque participará del quórum.

Béliz apostaba a una postergación de las elecciones para marzo, cuando ya esté definido el nuevo presidente de Estados Unidos. De ese modo, confiaba en que si el ganador de los comicios norteamericanos resulta Joe Biden -con quien mantuvo contactos- se desplomaría la candidatura de Claver-Carone.

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Sin embargo esa maniobra no se concretó y tampoco el candidato argentino logró el apoyo del bloque europeo, que amagó con sumarse al pedido de Argentina, México y otros países latinoamericanos para postergar la elección. Los europeos no se pusieron de acuerdo, pese a que España tenía intereses en suspender los comicios.

Habría sido clave la postura del presidente de Francia, Emmanuel Macron, de no jugar a fondo si el panorama americano no estaba tan claro. Más que nada porque Claver-Carone reunía los votos para convertirse en el primer presidente norteamericano del organismo multilateral.

"Nosotros mantenemos a nuestro candidato pero hubo una decisión por parte de Europa que no llegó", dijo el canciller Felipe Solá en la recta final hacia las elecciones del sábado y admitió que "el candidato americano parece que tiene quórum y los números para ganar".

Béliz tiende puentes con Biden para quedarse con la presidencia del BID

El último recurso que queda para que Claver-Carone no presida el BID por un período de 5 años es que el ganador de las elecciones de EEUU sea el demócrata Biden y pida revertir la elección que hará este sábado la asamblea de gobernadores del banco.

Pero en el gobierno de Alberto Fernández no se quieren subir a esa posibilidad para no agitar aún más las relaciones con Trump, que se resintieron por la insistencia argentina para oponerle un candidato al republicano en el BID.

Incluso en el Gobierno le sugieren a Alberto que no se manifieste a favor de ninguno de los candidatos a la elección presidencial de EEUU. Está fresco el recuerdo de cuando Mauricio Macri jugó abiertamente por Hillary Clinton en 2016 para congraciarse con Barack Obama y el ganador fue Donald Trump, lo que obligó al entonces presidente argentino a alinearse de manera acelerada con el republicano para evitar represalias.