El proyecto de Código Penal enviado por el Gobierno al Congreso no será tratado antes de fin de año, como era de esperar tras inesperado y apabullante triunfo de Alberto Fernández en las primarias del domingo.

Por si acaso, el senador del PJ Pedro Guastavino, convocó a la comisión de Justicia y Asuntos Penales, no tuvo quórum, pero logaron acordar un reducido cronograma de trabajo.

Consiste en realizar audiencias públicas para debatir sólo la primera parte del Código, dedicada a las aplicaciones de penas y los agravantes.

Quedará pendiente para el año que viene el debate sobre las penas, que incluyen los 900 emparches que tuvo el Código en los últimos 100 años y nuevas tipificaciones que no tardarán en abrir la polémica.

Hasta diciembre habrá debates dedicados a los agravantes de las penas pero no a los delitos. Quedarán para el nuevo presidente. 

"Los delitos en particular van a ser considerados después de la elección o en la próxima magistratura. Antes de la elección, los expertos se dedicarán a evaluar las penas y los agravantes", confirmó Federico Pinedo, al salir de la reunión en la Sala Eva Perón del Senado.

Rodolfo Urtubey, del PJ, había pedido discutir en estos meses la letra fina del proyecto su compañero Juna País, más cercano a Cristina Kirchner, lo frenó.

"Hay un proceso electoral y lo que resuelva esta comisión tiene que estar en sintonía con lo que opine cada bloque", le explicó. Intentó no repetir lo ocurrido con los acuerdos judiciales, dictaminados de a decenas en la Comisión de Acuerdos, pero sin consenso para debatir en el Congreso.

El delito más polémico que se retoca en el nuevo Código es el de la interrupción del embarazo, una pena que el proyecto reduce hasta convertirlo en excarcelable. No conforma ni a verdes ni a celestes y, por si fuera poco, Alberto Fernández aportó a la polémica al respaldar la despenalización. 

"Tengo la decisión política de despenalizar y legalizar el aborto porque no quiero que se muera ninguna mujer más. Lo primero debería ser despenalizar para terminar con la clandestinidad. No podemos obviar lo que está pasando. Es un problema de salud pública", dijo en su primera entrevista televisiva post triunfo. No dejó claro si quería una ley nueva o aprovechar el proyecto de Código Penal que heredará si gana las elecciones en octubre.

El resto del proyecto tiene penas más duras contra el narcotráfico, la corrupción, el terrorismo; se incluyeron categorías como delitos de lesa humanidad, se incorporaron nuevas conductas para tipificar siniestros viales y la responsabilidad de la persona jurídica. Fue consensuado por una comisión coordinada por el camarista Mariano Borinsky.