Lejos de calmarse, la crisis de Podemos crece con el correr de las horas. El secretario general del partido en Madrid, Ramón Espinar, presentó su renuncia a los cargos de diputado en la Asamblea de Madrid y a su banca como senador.

El partido que comanda Pablo Iglesias parece seguir hundiéndose después de que Íñigo Errejón se alejara de Podemos para liderar la plataforma de Más Madrid, en las elecciones autonómicas.

Espinar comunicó su decisión en su cuenta de Twitter. "Participar en un proyecto político implica compartir valores, ideas y ponerlas en marcha. En la situación actual no se dan las condiciones para llevar el proyecto de Podemos en Madrid hacia donde creo que debe dirigirse. En esas circunstancias, dejar paso es la decisión más responsable", escribió.

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La salida de Espinar profundiza la mayor crisis que ha vivido Podemos desde su nacimiento. Pero además deja acéfala la cúpula del partido en Madrid, que precisamente ahora debía buscar un candidato para competir contra Errejón por el electorado de izquierda.

Desde Podemos explicaron que la estrategia de la dirección nacional de presentar un candidato propio que se enfrente a Errejón fue precisamente el detonante de la decisión de Espinar: "Él no quería llevar a la formación a un escenario donde nos enfrentáramos entre nosotros", sostienen.

Según medios de España, Espinar mantenía con Iglesias un fuerte contrapunto por la estrategia electoral de Podemos. Mientras el secretario general del partido en Madrid no descartó la posibilidad que Podemos avanzara en una negociación con Errejón y Más Madrid, Iglesias mantenía una posición más dura y rechazaba cualquier acercamiento.

En paralelo, una decena de secretarios autonómicos de Podemos se reunieron en Toledo, al margen de la dirección nacional, para pedir a su cúpula "unidad", "confianza" y "negociación" en plena crisis.

Mientras la reunión transcurría en ese punto, al sur de Madrid, Espinar comunicaba por las redes sociales su salida del partido.

Ramón Espinar.

"Tenemos que abrir un espacio de debate político donde reunirnos y debatir, desde un clima de confianza y unidad", aseguró José García Molina, líder de Podemos en Castilla-La Mancha, e impulsor del cónclave.

El encuentro sirvió para elaborar lo que denominaron "La declaración de Toledo", en la que llaman "a la unidad, a la responsabilidad para que sigamos construyendo un proyecto político esencial para este país".

La salida de Errejón abrió una Caja de Pandora de consecuencias impredecibles para Podemos. Iglesias y Errejón eran los pilares del partido y arrastraban una amistad desde hace años, cuando se conocieron en las aulas de la Universidad Complutense de Madrid.

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Un artículo de El País destaca que no solo compartían lecturas, viajes y despacho en la universidad cuando fueron profesores. Hasta los fines de semana los pasaban juntos, en Valsaín, en las sierras de Segovia.

Allí descansaban en un piso alquilado que pagaban entre tres parejas: la de Iglesias con Tania Sánchez, la de Errejón con Rita Maestre, y la de Ariel Jerez, profesor de la Complutense como ellos, y Belén Guerra.

Incluso hasta Espinar alquiló durante una temporada encima del piso que compartían las tres parejas. Ellos eran entonces un grupo de amigos de izquierdas y activistas, curtidos en batallas casi siempre minoritarias. Más tarde serían clave en la historia de la izquierda española y llegarían incluso a condicionar gobiernos.

Ahora, todo parece irreconciliable. "Los latinoamericanos nos avisaron de que esto nos pasaría cuando llegáramos al poder, pero es que a nosotros nos ha pasado antes. Es una vergüenza, era una oportunidad única para nuestra generación y la estamos tirando a la basura", asegura a El País una fuente cercana a la -ahora dinamitada- cúpula de Podemos.