La bicameral investigadora sobre la desaparición y ahora reciente hallazgo del submarino Ara San Juan tenía este martes su jornada más relevante, pero terminó antes de lo previsto.

Pasadas las 16 horas, la custodia del Senado halló un paquete sospechoso en la Biblioteca del Congreso y decidió evacuarla junto al edificio anexo del Senado, conocido como la "ex caja".  

La brigada de Explosivos de la Policía Federal llegó justo cuando exponía a puertas cerradas Luis López Mazzeo, ex jefe del Comando de Adiestramiento en Puerto Belgrano. Los celosos operativos de seguridad previos al G20 no admiten riesgos.

López Mazzeo denunció por supuesto falso testimonio en la justicia al ex jefe de la Armada Marcelo Srur, quien en diciembre logró desplazarlo tras acusarlo de ser uno de los principales responsables del naufragio del ARA San Juan.

Cuando el ex jefe de comando exponía a puertas cerradas, la seguridad del Senado evacuó el edificio anexo. Restaban un par de horas. 

El jefe de la armada culpó a Mazzeo y al capitán de navío, Claudio Villamide, jefe de la Fuerza de Submarinos, de no haberlo advertido sobre un supuesto deterioro del submarino, que de haberlo conocido le hubiera permitido evitar que zarpara.

La prematura separación de los almirantes fue el tema dominante de la bicameral, que empezó a las 11 con un minuto de silencio por las víctimas y la visita del subsecretario Legal y de Articulación Institucional del Ministerio de Defensa, Juan Manuel Mocoroa.

El funcionario se desentendió por completo del sumario y recordó que los desplazamientos fueron impulsados por un acto administrativo de Srur, el 7 de diciembre. "Cuando deja de ser jefe, José Luis Villán se excusa", reseñó.

Guillermo Montenegro, diputado de Cambiemos, sostuvo que no había motivos a la vista para tanta celeridad en las remociones y Mocoroa admitió la misma sorpresa y recordó que el artículo 1 de la resolución fue revocado por Oscar Aguad. 

Interrogado por el diputado Guillermo Carmona, del FpV-PJ,  admitió que ambos "siguen siendo suspendidos por decisión del ministro, para garantizar el objeto de la investigación". Comparó la situación a la de una prisión preventiva.

"Ahora hay nuevas impugnaciones de los abogados de ambos militares porque entienden que se tiene que levantar la suspensión", aclaró y definió como "errores involuntarios", algunas deficiencias del procedimiento enumeradas por Nilda Garré.

A puertas cerradas, según supo LPO, el desplazado López Mazzeo dedicó cuatro horas a hacer su descargo, defendió su actuación y dejó una perlita: aseguró que el submarino estaba identificado y por lo tanto el hallazgo de Ocean Infinity no es tan valioso como fue presentado.

No fue barato: el Estado deberá pagar 7 millones de dólares. Mocoroa dijo no haber participado de la contratación de la firma noruega, que aportó 67 mil fotos pero no recuperará los restos de la nave. Aguad consideró "un disparate" desembolsar 4 mil millones de dólares para sacarlo del fondo del mar.  

El ministro será el último invitado a la bicameral, en una reunión que está pautada para el 4 de diciembre. Antes, López Mazzeo deberá culminar su exposición, a puertas cerradas y siempre que no haya objetos amenazantes.