La presión de los gobernadores rebeldes empezó a surtir efecto: la fueguina Rosana Bertone consiguió 100 millones de pesos atrasados para viviendas y, no conforme, exige extender por ley el régimen de promoción para industria electrónica de su provincia hasta 2073.

No es una fecha caprichosa, sino hasta cuando regirá el mismo beneficio para la ciudad brasileña Manos, tomado como referencia para la ley 19.640, que no estableció ningún plazo.

Para evitar que algún presidente pueda suspenderla con decretos parciales, Bertone quiere una garantía por ley y así lo pedirá junto a sus senadores este martes en el Congreso, con un proyecto que podría debatirse en las próximas semanas. 

Bertone quiere espejar la ley de promoción a la de Manaos, la ciudad brasileña que también tiene beneficios impositivos para ensamblar productos electrónicos  

Tras conocerse la intención de un grupo de gobernadores de restituir el fondo federal sojero, una caja de 100 mil millones que hasta agosto se repartía entre las provincias, Rogelio Frigerio firmó un decreto para restablecer privilegios impositivos a Tierra del Fuego, que le habían quitado hace sólo un mes.

Este lunes, la gobernadora se reunió con Frgerio y el subsecretario de Vivienda Ivan Kerr en el Senado, con Miguel Pichetto de anfitrión.

Kerr le garantizó los fondos para viviendas y Bertone prometió que si avanza la extensión de la promoción industrial ya no tendrá excusas para que sus senadores, José Ojeda y Julio Catalán Magni, no aprueben el presupuesto en la sesión del 14 de noviembre. Y se olvidarán del fondo sojero.

Gesto del Gobierno con Bertone para que sus senadores aprueben el presupuesto

Como explicó LPO, Frigerio expondrá este martes en el Senado y la Comisión no tendría problemas en emitir dictamen y dejar el presupuesto listo para sancionar el 14.

El Gobierno tiene los votos para lograrlo, pero necesita calmar a varios gobernadores para que en la misma sesión no envíen a sus senadores a anular el decreto que eliminó el fondo sojero.

Si las dos Cámaras dan ese pase, Macri tiene que volver a juntar el 30% de las retenciones a las exportaciones de soja para repartirlos en las provincias. Es mucho más barato cumplir promesas pendientes.