El Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) se encamina a hacer la peor elección de su historia a nivel nacional y en eso incide la elección de San Pablo, un estado con más habitantes que Argentina.

Los tucanos, como se les dice a los partidarios del PSDB porque la mascota es un tucán, pueden perder la gobernación de San Pablo por primera vez desde 1994, cuando Fernando Henrique Cardoso llegó a la presidencia impulsado por el Plan Real que hizo que los brasileños se olvidaran del dólar.

El alcalde Joâo Doria encabeza la última encuesta de Datafolha con 33 puntos. Pero como en San Pablo también hay segunda vuelta, es una fuerte amenaza Paulo Skaf, titular de la poderosa Fiesp (Federación de Industrias del Estado de São Paulo), una suerte de UIA paulista. Skaf, que va como candidato del PMDB de Michel Temer, mide 26 puntos en esa encuesta pero tiene mejores proyecciones para el ballotage, sobre todo por la pésima imagen de Doria entre los paulistas, que irán a un segundo turno después de 16 años. En tercer lugar en las encuestas aparece el actual gobernador, Marcio Franca (PSB), que asumió en reemplazo de Geraldo Alckmin cuando éste decidió candidatearse a presidente.

Doria llegó al municipio paulista en 2017 con un 80 por ciento de imagen positiva y en un año esa popularidad cayó al 26 por ciento. En especial por su floja gestión y por haber querido ser el candidato a presidente del PSDB un día después de pisar la Prefeitura. Eso no se lo perdonan en San Pablo y Doria debió conformarse con pelear por la gobernación.

En esa búsqueda por llegar al Planalto se enemistó con buena parte de su partido. En particular con Alckmin, que terminó siendo el candidato del PSDB y Doria evitó mencionar en los debates. Por eso no extraña que aún antes de que Alckmin quede eliminado en la primera vuelta de este domingo, Doria ya le haya tirado centros a Jair Bolsonaro para cerrar un apoyo mutuo de cara a las respectivas segundas vueltas.

Paulo Skaf, candidato y titular de la poderosa Fiesp.

El operativo despegue de Doria del PSDB quedó en evidencia este viernes, cuando dejó plantado a Alckmin en un acto. Se justificó por las condiciones climáticas y dijo que no pudo volar desde Sorocaba, pero aviso media hora después de que el acto comenzara y no suspendió su siguiente acto en Campinas.

Skaf, que encarna el pensamiento de la industria de San Pablo, también desairó a Henrique Meirelles, que deambula por el 3 por ciento de intención de voto para presidente por el PMDB. Y como Doria, busca convertirse en el candidato de Bolsonaro para las próximas semanas. Su principal activo para el ballotage son los votos del PT: los petistas odian a Doria. No faltan quienes dicen que Fernando Haddad, en tanto, buscará cerrar un acuerdo subrepticio con Skaf. Pero los industriales paulistas están en las antípodas del PT.

A nivel nacional, el PSDB no sólo quedaría cuarto en la presidencial sino que sólo se quedaría con cuatro estados. La única buena noticia sería el triunfo en el estado de Minas Gerais que hoy gobierna el petista Fernando Pimentel, ex ministro de Dilma. Allí se impondría el senador tucano Antônio Anastasia, ex jefe de gabinete de Aécio Neves cuando fue gobernador de ese mismo estado, el otro clave en las elecciones nacionales.