Mauricio Macri no está convencido de avanzar con un acuerdo con el peronismo porque desconfía de los gobernadores que necesita para aprobar el Presupuesto 2019 con el ajuste que le exigió el FMI.

El artífice de la desconfianza es Marcos Peña, a quien Macri sigue escuchando como a ningún otro funcionario.

El jefe de gabinete es reacio a los acuerdos con el peronismo por antonomasia y ha tenido problemas con los demás artífices del PRO por eso mismo, como con Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal. También con Emilio Monzó.

Ahora con su recelo complica la estrategia encabezada por otra pieza clave del gabinete, Rogelio Frigerio. El ministro del Interior trabaja a la par de los gobernadores para encauzar la negociación. Ayer mismo tuvo que viajar a Misiones para contener al gobernador Hugo Passalacqua, que la semana pasada salió a cruzar la eliminación del Fondo Sojero que dispuso Macri.

Como explicó LPO, hay un grupo de al menos cuatro gobernadores que rechazaría las últimas propuestas de la Casa Rosada, así como también la "contrapropuesta" que trascendió de ese grupo.

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Entre los gobernadores peronistas que no estarían dispuestos a aceptar las condiciones de la Casa Rosada están Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Juan Manzur (Tucumán), Gildo Insfrán (Formosa) y Carlos Verna (La Pampa). A ellos se suman Alicia Kirchner (Santa Cruz) y Alberto Rodríguez Saá (San Luis) que ni siquiera son parte de las negociaciones. "Ya rompimos", dijeron a este medio desde una de esas provincias.

Frigerio trabaja para acordar con el pelotón que integran Juan Schiaretti (Córdoba), Juan Manuel Urtubey (Salta), Sergio Uñac (San Juan), Domingo Peppo (Chaco), Omar Gutiérrez (Neuquén) y Alberto Weretilneck (Río Negro).

Este jueves se jugará otro round de esta pelea con las provincias, cuando los ministros de Economía viajen a Buenos Aires para responder las ofertas de la Rosada.