Desde que Donald Trump anunció que movería la embajada de Estados Unidos en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, la comunidad internacional se ha visto envuelta en una crisis diplomática tratando, por un lado, de condenar la polémica movida de Trump, y por el otro evitar alienar a una de las naciones más poderosas del planeta. Hoy el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, envió un mensaje fuerte y claro sobre de qué lado está parado cuando anunció que movería la embajada de su país a Jersualén, ciudad considerada por la comunidad internacional como "territorio en disputa" entre Israel y Palestina.

El jueves pasado 128 países votaron a favor de condenar la decisión de Trump ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. Países como México, Canadá y Australia se abstuvieron de votar, pero 8 naciones se alinearon con el voto en contra de la resolución emitido por Estados Unidos e Israel, una de ellas fue Guatemala.

Reconocer a Jerusalén como capital de Israel ya provocó que el gobierno palestino declarara que ya no ven a Estados Unidos como un mediador neutral en el conflicto en la región, afectando de manera importante el poder internacional de la diplomacia norteamericana.

La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, dijo desde el podio de la organización el jueves que su país estaría "tomando los nombres" de aquellas naciones que votaron contra Estados Unidos, y aseguró que lo iban a recordar "cuando muchos países vengan a nosotros pidiendo que paguemos más y más y que usemos nuestra influencia en su beneficio".

Donald Trump desechó la condena y declaró: "Déjenlos que voten contra nosotros. No nos importa".