Marcos Peña visitará el miércoles la Cámara de Diputados a brindar un informe de gestión y cuando finalice el recinto cerrará, al menos hasta después de las elecciones.

No habrá sesiones en el resto del mes y quedarán pendientes las leyes que el Gobierno quiere antes de diciembre: la de responsabilidad penal para empresas, la emergencia territorial de pueblos originarios, el cupo femenino para las listas e incentivos a productores patagónicos, un proyecto que aún está en estudio.

Los otros tres están listos para sancionar en Diputados pero Emilio Monzó y Héctor Recalde prefirieron no abrir el recinto en campaña para someterlo a varias horas de "cuestiones de privilegio", artilugio reglamentario usado para hacer discursos de campaña.

La idea de Monzó era hacer una sesión posterior al informe del jefe de Gabinete para aprobar temas pendientes, pero prefirió dejarla para otro momento.

Nadie sabe cuándo: "Vamos a tomarnos vacaciones hasta las vacaciones", bromean en los pasillos de la Cámara baja.

Es que la agenda fuerte del Gobierno (incluye presupuesto, leyes de responsabilidad fiscal y prórrogas impositivas), esperará a la conformación del nuevo Congreso, según lo definido la semana pasada por Marcos Peña y los líderes legislativos de Cambiemos.

Se supone que las leyes consensuadas se sancionarán en noviembre y el último mes del año habrá negociaciones con final incierto.

Como explicó LPO, algunos diputados oficialistas hablan de sesionar en enero y aseguran haber recibido la orden de estar disponible en la segunda quincena de ese mes, cuando sólo en 2002 funcionó el congreso. Tal vez vuelvan a abrirlo.