El presidente Macri hizo este martes lo que suele hacer: Enarboló un discurso de lÃnea dura neoliberal de ajuste y eficiencia del Estado, mientras su administración expande el gasto fiscal y aumenta la ya desmesurada burocracia estatal.
Buscando el golpe de efecto, rodeado de los gobernadores en el pomposo Salón Blanco de la Casa Rosada, Macri pidió "dejar de lado la intervención nociva que tuvo la polÃtica de convertir al Estado en un aguantadero".
Lo hizo en el acto de firma del Compromiso Federal para la Modernización del Estado, con trece provincias, que motorizó su ministro de Modernización del Estado, Andrés Ibarra, que es una contradicción caminando: Como reveló LPO, Ibarra decidió hacer más eficiente el Estado, montando una enorme burocracia que antes no existÃa. Además, apenas asumió, su mujer fue nombrada con un cargo gerencial en Canal 7.
Macri insistió en "volver a jerarquizar al empleado público, lo que significa el acceder al empleo estatal a través de los concursos" y agregó que "tenemos que entender que el Estado no es de aquellos que nos toca gobernar, sino de los ciudadanos, y para eso tenemos que trabajar en mecanismos de transparencia, porque ya producto de las corrupción muchos se han enriquecido, pero una enorme cantidad de argentinos no tiene cloacas, ni agua potable, ni rutas, ni escuelas en buenas condiciones".
El presidente prefirió asà concentrarse en el lado "amable" de la modernización del Estado y no referirse a un costado donde su administración flaquea fuerte: La reducción de áreas superfluas y burocracia inútil, fusión de áreas que hacen lo mismo y achicamiento del desmesurado gasto del Estado que no para de subir y explica porque la Argentina tiene una presión fiscal récord en el mundo.
Este fin de semana se conocieron los datos del primer año de Macri y se supo que su administración aumentó en 25% la estructura del Estado, a partir del crecimiento del número de ministerios, secretarÃas y direcciones nacionales. Es por eso, como contó La Nación, que en la Rosada se habla del crecimiento a pleno de "la fábrica de ravioles" por el organigrama del Estado.
Macri amplió de manera fuerte la estructura del Estado que Cristina ya habÃa engrosado: Hoy tiene 21 ministerios, 87 secretarÃas de Estado, 207 subsecretarias de Estado y 687 direcciones nacionales y generales, según lo confirma un estudio de la Fundación Libertad y Progreso (LyP) y se puede constatar en la página web mapadelestado.modernizacion.gob.ar.
Por caso, la cartera de Modernización tiene cuatro secretarÃas, nueve subsecretarias y 92 direcciones. Presidencia tiene cuatro secretarÃas, más un Consejo Consultivo de PolÃticas Sociales y la AFI, 10 subsecretarÃas y 100 direcciones. La Jefatura de Gabinete, cinco secretarÃas, más el Plan Belgrano -que creó tres "coordinaciones"- y el Sistema Federal de Medios, más nueve subsecretarÃas y 79 direcciones.
Existen 43 secretarÃas y subsecretarÃas de Coordinación, el caballito de batalla de la gestión PRO, que hace de las reuniones de "coordinación" un culto costoso en recursos humanos y tiempo de los funcionarios.
Otro tanto ocurre con la multiplicación de dependencias para realizar la misma tarea: Para atraer inversiones se superponen la Agencia Nacional de Inversiones (Producción); la SecretarÃa de Relaciones Económicas Internacionales (CancillerÃa; la SecretarÃa de Mercados Agroindustriales (Agroindustria) y la SecretarÃa de Promoción de Inversiones (CancillerÃa).
Incluso ocurre a nivel ministerial. Por fuera de la CancillerÃa, Macri designó al secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, con 2 subsecretarÃas y 4 direcciones, para que se dedique exclusivamente a las relaciones exteriores. Antes no existÃa esa dependencia.
Mientras que la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, también preside un Consejo Nacional de PolÃticas Sociales en la Presidencia de la Nación que tiene 23 direcciones nacionales, para hacer exactamente lo mismo que hace su cartera.
Por eso, cada vez más economistas, incluso los cercanos al gobierno, advierten que en estos términos es imposible que la economÃa sea sostenible. "La verdadera discusión es que el gasto público es insostenible, como es insostenible genera un sistema impositivo impagable. Y como genera un sistema impositivo impagable las empresas no pueden competir. Entonces no le echemos la culpa al Banco Central", aseguró en una entrevista en radio Mitre, el ex vicepresidente del Banco Nación, Enrique Szewach.
Mientras que este martes, José Luis Broda agregó: "El enfermo está grave. Acá no hay plan A ni plan B, esto es insostenible en el largo plazo. No se puede tener creciente déficit fiscal, financiado mangueando ahorro externo y al mismo tiempo una tasa de inflación declinante. Es inestable".
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Sobre lo otro, el mayor generador de ñoquis en la historia de CABA, ahora haciendo lo mismo en nacion, y encima hace esas declaraciones...psicopata